El diputado oficialista Héctor Recalde se mostró “optimista” respecto a la evolución del mercado laboral durante la segunda mitad del año, defendió la política económica del gobierno al asegurar que “nos hablan de ajuste y estamos subiendo asignaciones”, y pidió mayor reconocimiento al programa Precios Cuidados, un plan “sin ninguna contraindicación”.
El legislador del Frente para la Victoria estuvo en Rosario para participar como orador principal de la denominada “Convocatoria económica y social para Argentina”, que a modo de “Cabildo abierto” y organizado a nivel local desde el sindicato de Empleados de Comercio convocó a alrededor de 400 personas en el Monumento a la Bandera bajo la consigna de “defender a los trabajadores” contra corridas cambiarias, estampidas de precios y ataques especulativos. “Es muy importante lo que propone Empleados de Comercio Rosario, que tomó la defensa de Precios Cuidados como una bandera de lucha cotidiana”, subrayó.
—¿Cómo ve el escenario laboral para la segunda parte del año?
—Al escenario laboral del segundo semestre lo veo con muchos signos positivos. Uno de los conflictos que tenemos en este momento es el de la industria automotriz, pero por las negociaciones que hay con Brasil y en base a lo que dice Ricardo Pignanelli (Smata), aparentemente para el segundo semestre estaría solucionado. Si bien una sola suspensión preocupa, hemos pasado muchas crisis económicas donde las suspensiones fueron mucho mas largas, de 30, 60 o 90 días. En este momento se suspende uno o dos días por semana y se paga el 75% del sueldo, no hay un perjuicio, además se trata de algo coyuntural. Si bien por el lado de la construcción puede aparecer algún problema, está el Plan Procrear y hay que decir que los préstamos que se les dan a los trabajadores para construir su techo son absolutamente pagables, porque aquí el criterio es social.
—No coincide con el diágnóstico de un aumento de la conflictividad laboral.
—Existen además otros datos. Por ejemplo cuando comenzamos a discutir en el Congreso el proyecto de trabajo no registrado, el Ministerio de Trabajo informó que la cantidad de despidos del primer cuatrimestre de 2014 fue igual a 2013, y más baja que en 2012. Por eso hay que tener mucho cuidado y mucha responsabilidad a la hora de informar, porque el tema del despido provoca miedo en el trabajador, y el miedo paraliza. Las consecuencias económicas existen porque las expectativas son muy importantes en la evolución de la economía. El que siembra pálidas, recoge pálidas.
—¿Le parece que el gobierno modificó su rumbo en materia de política económica?
—Yo soy optimista porque si están hablando de un ajuste, y el ajuste fue aumentar la AUH (Asignación Universal por Hijo) un 40% y las asignaciones familiares, lo que vemos es que el modelo que comenzó en 2003 sigue evolucionando porque lo que hizo Cristina fue beneficiar a los sectores mas rezagados de la sociedad. La cobertura de la tercera edad llega al 96%, la Organización de Naciones Unidas dice que el hambre en nuestro país es cero (aunque sabemos que hay hambre), el Banco Mundial dice que en nuestra región hay mayor acceso a la igualdad, y que Argentina es la primera. La Cepal nos pone como ejemplo. Entonces tan mal no nos va, sobre todo después de lo que pasó desde finales del año pasado y principios de este.
—¿Cómo interpreta lo que pasó durante estos últimos meses?
—Tuvimos la rebelión de las policías provinciales, después los aumentos injustificados de precios. Estamos acostumbrados a los colchones que hacen los empresarios antes de discutir una paritaria, pero acá hubo edificios de aumentos, algo totalmente irrazonable, pura especulación. Si uno advierte que un empresario que podía comprar el dolar a 7,20 lo hizo a 8,40, hay alguna actitud relacionada con la corrida cambiaria para llevar el dolar a 13 o 14 pesos. Esto obligó al gobierno a devaluar y a llevar al dolar a 8 pesos.
—En ese marco se puso en marcha el programa de los Precios Cuidados. ¿Cómo lo evalúa?
—Los Precios Cuidados han demostrado tener una gran importancia. Hay que ver lo que está pasando con el descenso del costo de vida, que fue del 1,8 por ciento en abril, por eso fue una cosa muy importante. Además hay que decir que no estamos controlando precios, estamos controlando acuerdos, pactos. Tienen que cumplir con lo que se comprometieron, ahora hay precios de referencia. Además tenemos que analizar la cadena de valor para que no sean siempre las puntas las más perjudicadas, o sea el productor y el consumidor. Queremos que las empresas ganen, pero con una tasa de ganancia razonable. Que no haya especulación, muchachos calmensé. Mi temor ahora es que lo que se ha volcado en el mercado por este aumento de las asignaciones aumente la demanda, pero no quiero que aumenten los precios, sino la oferta.
—¿Cómo ve el proceso de las paritarias?
—Respecto de las paritarias se decía que iban a tener un techo y que no eran libres, pero las que se están firmando van con porcentajes diferentes, lo que demuestra que no solo no hay techos, sino que ni siquiera hay pautas. Los porcentajes van desde el 26 hasta el 37 por ciento, aunque la mayoría ronda entre el 29 y el 31%. No hay conflictos por la discusión de los convenios colectivos. Además esta puja es útil para darle prioridad al mercado interno, porque cuando el trabajador tiene poder adquisitivo lo vuelca al consumo. Nos acusaban de que venía el ajuste neoliberal y subimos las asignaciones. Hay un dicho que dice que los hechos son sagrados, y las interpretaciones son libres. Yo no veo inconvenientes pese a los presagios.
—¿Existen diferencias dentro del gabinete en materia de política económica?
—No existen divisiones en la conducción económica del país, y conduce Cristina Fernández, afortunadamente. La realidad es que desde la reestructuración del gabinete hay absoluta uniformidad. Capitanich, Fábrega y Kicillof son “el trio mas mentado que pudo haber caminado por esa calle del sur”, como dice el tango, y si bien cada uno tiene su esfera de actuación hay un norte que los guía.