Gabriel Gistas, el chico de 15 años de barrio Refinería que había desaparecido el jueves pasado, ya está de nuevo en su casa, sano y salvo. El viernes a la noche su papá, Diego, recibió un llamado desde el destacamento de Gendarmería de la estación de ómnibus porteña de Retiro donde le comunicaron que su hijo se encontraba bien y a la espera de que pasaran a retirarlo. Cómo y por qué llegó Gabriel a Buenos Aires continúa siendo un misterio, ya que el chico aduce haberse desvanecido y despertado largas horas después en una calle de Capital, con cierto grado de confusión y total amnesia de lo ocurrido. Su familia fue a buscarlo y más tarde, en el Hospital Centenario, se constató que se encontraba en perfectas condiciones de salud. Hoy el pibe acudirá con su padre a Tribunales y al Centro de Atención a la Víctima.
De Gabriel se perdió toda pista el jueves a la tarde, cuando supuestamente se dirigía a tomar el ómnibus para ir a casa de un pariente donde su madre, Laura, había olvidado las llaves de la casa familiar. Después de eso no hubo más noticias del chico, que no llegó al domicilio al que debería haber ido y tampoco regresó a su hogar. A las pocas horas, sus padres denunciaron la desaparición en sede policial y judicial.
Cuando el viernes a la noche la familia se encontraba a la espera de una entrevista con autoridades de la sección de Seguridad Personal en la Jefatura de policía, el papá de Gabriel recibió una llamada de Gendarmería Nacional que le devolvió el alma al cuerpo: su hijo estaba en el destacamento de la fuerza en Retiro.
"Ahí nomás fui a la comisaría 8ª y les dije: «¿Van ustedes o voy yo ahora mismo?». No sé bien qué dijeron, pero me tomé un remís y me fui a Buenos Aires pasada la medianoche. A las 4 estaba allá y a las 6, después de hacer unos papeles, nos volvimos. No me importó nada más: lo vi y estaba ahí, mi hijo estaba sano", relata su padre, todavía angustiado.
El relato del chico, reproducido por su papá, no aclara mucho las cosas. Cree haber tenido alguien detrás mientras esperaba el ómnibus rumbo a la casa de su pariente y después ya no recuerda nada hasta el mediodía del viernes, cuando se despierta desvanecido en una calle porteña. Luego refiere haber caminado hasta Retiro, donde acudió al destacamento de Gendarmería. El resto es historia conocida.
El titular de la seccional 8ª, comisario Daniel Vega, confirma que su repartición tomó conocimiento de la aparición de Gabriel por una comunicación de Gendarmería, "que dio cuenta de la situación a un juzgado porteño". De todos modos, las actuaciones llegarán a Rosario "vía valija por convenio policial".
Expertos. "Por tratarse de un menor, ayer les hicimos una entrevista a los padres donde les solicitamos autorización para que al chico lo atienda un equipo especializado en este tipo de situaciones del Centro de Atención a la Víctima, que está muy capacitado para discernir si se trata de un relato verosímil, inverosímil o incluso si puede haber algo fabulatorio", explicó el comisario.
Lo cierto es que al menos físicamente Gabriel se encuentra bien, un diagnóstico confirmado ayer por la directora del Hospital Centenario, Isabella Ceola, en cuya guardia fue revisado el sábado a la mañana y dado de alta.