Que Newell's es el favorito para quedarse con el triunfo ante Central es tan cierto como que los clásicos son partidos aparte que casi nunca responden a los antecedentes. Pararse sobre esa verdad de Perogrullo, además, podría inducir al error si desde allí se intenta proyectar el juego. La equiparación mágica de fuerzas que caracteriza al fútbol suele potenciarse en un partido como el de esta tarde. Por eso, la enumeración de las virtudes y defectos de ambos de cara a una coyuntura que la mayoría de los protagonistas desconoce o hace mucho tiempo que no experimenta parece ser el antídoto más certero para que el diagnóstico no quede demasiado lejos del juego.
Hay catorce puntos de diferencia entre uno y otro. Podría ser un dato incontrastable, pero es apenas estadístico.
Newell's no sólo es el campeón, sino que mira a todos desde arriba en el torneo Inicial. Central recién se está acomodando a la máxima categoría después de tres años en la B Nacional y transita su mejor momento con cuatro partidos sin derrotas. Otro ítem que marca drásticas diferencias y que en cualquier otro deporte representarían toda una definición de cómo podría ser el desarrollo.
Hasta aquí todavía no se escribió sobre el juego.
Todo lo detallado debería poner a Newell's varios escalones por encima, pero también es cierto que esa superioridad manifiesta lo transforma en el equipo que más pone en juego esta tarde.
Todavía queda contexto por describir antes de ingresar a lo estrictamente futbolístico, que es lo más atractivo, pero no lo único.
El escenario jugará su partido. Como si se tratara de un ejemplo espejo, ahora las presiones se trasladan hacia el otro lado.
Central jugará con su gente como aliada y Newell's no tendrá ni el más mínimo rinconcito hacia dónde levantar la vista para encontrar el apoyo de su público.
El deseo incontenible de volver a verse las caras con sus eternos rivales puede transformar a los auriazules que juegan el partido desde afuera en el jugador número 12 o en un obstáculo inexpugnable. Allí sí, el resultado parcial y el desarrollo harán su parte.
Si las contingencias del juego lo favorecen, Central jugará con uno más. Si el beneficiado es Newell's, el equipo de Russo se encontrará con otro adversario tan difícil de superar como el mismísimo Newell's.
Ahora sí: la pelota.
Utilizan esquemas similares, pero Newell's lleva más tiempo perfeccionándolo. Y los resultados están a la vista.
Además, Berti tiene al as de espadas. No sólo del partido, sino del campeonato. Maxi Rodríguez es el principal argumento leproso cuando se empiezan a explicar los motivos por los cuales está puntero.
Central es un equipo incómodo. Un acosador permanente que puede poner en aprietos la tan mentada posesión de la pelota de la que hace gala el campeón.
El detalle fue amplísimo, pero así y todo no se puede apostar por alguno de los dos sin riesgos. Así es el clásico. Ese que transforma a Rosario en la capital del fútbol.