Los ojos del mundo futbolero vieron un partido altamente emotivo, entre dos de los mejores equipos y a un Real Madrid festejar su decimoctava Copa del Rey. ¿Cómo llegó a la consagración? Después de 120 minutos de fútbol electrizantes y con un gol de Cristiano Ronaldo, ya en tiempo complementario. Su cabezazo, después de un centro preciso que partió de la zurda de Angel Di María, sirvió para el 1 a 0 final con el que el equipo el portugués José Mourinho festejó su primer título como entrenador del equipo merengue.
A contramano de otras veces, en la que Barcelona salió airoso, quien terminó incidiendo en el resultado fue Cristiano Ronaldo. No hubo sorpresas en las formaciones, pero sí en la táctica. Mourinho propuso un equipo muy corto. Pero a diferencia del pasado clásico, hizo que sus jugadores presionaran más arriba.
En contrapartida, Barcelona entró rápidamente en cortocircuito, pese a que su técnico, Guardiola, intentó improvisar. Por ejemplo, incorporando a Lionel Messi prácticamente como centrodelantero. O bien haciendo que sus laterales se cerraran más de la cuenta. Pero no hubo caso.
Así, el partido se movía donde lo había pensado Mourinho. Por eso, si Real Madrid no se fue en ventaja a los vestuarios en el cierre del primer tiempo fue porque sus delanteros, en especial Cristiano Ronaldo, se encargó de desperdiciar varias ocasiones. ¿Barcelona? Atascado individual y colectivamente. Messi nunca recibió con espacios, Villa se enredó más de lo que jugó, Pedro nunca pudo sorprender y a Xavi le costó encontrar su lugar en la cancha.
Y resultó que el equipo azulgrana se fue al descanso celebrando el empate porque Pepe conectó un espectacular cabezazo a centro de Ozil que se estrelló en el palo derecho de Pinto. En resumen: Real Madrid fue mejor que Barcelona durante 45 minutos.
El escenario varió sensiblemente desde el comienzo de la segunda parte, especialmente porque el equipo merengue acusó rápidamente el desgaste de la primera etapa. Así, aparecieron las llegadas de Villa y Messi mientras Real retrocedía hasta su propia área. Era otro Barcelona y también otro Real Madrid.
El duelo se equilibró en el alargue, principalmente porque Barcelona también acusó cansancio. Cristiano Ronaldo avisó a los 97 minutos con un disparo que se fue por poco. Eso fue el prólogo del gol, que llegó a los 102’, cuando Di María desniveló por izquierda y metió un centro preciso a la cabeza del portugués, quien facturó.
Los minutos se fueron consumiendo sin que Barcelona se acercara al arco de Casillas. Por eso la consagración para un Real Madrid que festejó un título más, el primero de la mano de Mourinho.
Terminó la sequía de títulos
“¡Barsa, cabrón, saluda al campeón!”, clamaron las cerca de 20.000 almas blancas que abarrotaron las tribunas del estadio de la ciudad de Valencia y que estaban ansiosos de festejar un título tras dos temporadas de sequía en todas las competiciones. Y finalmente se les dio. La otra mitad, los culés, se retiraron del campo envueltos en la decepción y a la espera de una revancha en los próximos dos clásicos que en pocos días enfrentarán a ambos equipos por las semifinales de la Champions League (ver aparte).
Tanta alegría tenía que ver con que la última conquista merengue había sido en la Liga de la temporada 2007/08. A partir de ahí la supremacía nacional fue de Barcelona de Pep Guardiola. La Copa del Rey se le resistía a los blancos desde la temporada 1990/1993. Ahora acumulan 18 copas, aunque el Barsa sigue siendo el Rey con 25 trofeos.
Los dos colosos del fútbol español no se veían las caras en una final de la Copa del Rey desde hace 21 años, por lo que para los hinchas de ambos clubes esta cita pasará a la historia. l
Di María creía en la victoria
“Sabíamos que podíamos ganar esta Copa. Estoy muy contento por esta victoria y por la gente”, señaló Angel Di María ni bien finalizó la victoria de Real Madrid sobre Barcelona, en la que fue protagonista clave por ser quien habilitó a Cristiano Ronaldo para que convirtiera el gol del 1 a 0, con el que los merengues se adueñaron de la Copa del Rey española.
El rosarino remarcó su alegría al señalar que conquistaron el título gracias a “la fuerza, la unión de grupo y la ganas de ganar este partido y los que vienen”.
El ex futbolista canalla fue uno de los destacados del campeón y vivió distintas alternativas durante el juego. Desde dominar el carril izquierdo pasando alternativamente en sus funciones de lateral y puntero, pasando por el centro a la cabeza del brasileño Cristiano Ronaldo para el gol del triunfo y hasta terminar expulsado en el final por cometerle una falta a Messi, el otro rosarino, cerca del área. “Ahora lo que tenemos que hacer es celebrarlo”, cerró Di María al referirse al título conseguido tras 18 años.
Por su parte, el entrenador José Mourinho mostró su perfil más bajo y renunció a celebrar con sus jugadores porque “es lo que tocaba”, justificó. El entrenador portugués conquistó su primer título con Real Madrid, en el alargue y tras unos días de muchas críticas a su planteamiento táctico. Y lejos de sentirse protagonista, Mourinho se marchó a los vestuarios al terminar el encuentro y no participó en las celebraciones sobre el campo de juego, como suele suceder cada vez que el portugués gana un título.
Y así lo explicó: “Fui a llamar a mi familia, pero no conseguí comunicarme. Luego dejé celebrando a los jugadores porque era lo que tocaba”.
Luego analizó el gran duelo. “En el primer tiempo fuimos mejores y en el segundo fueron ellos. Se vieron pocos errores, producto de gente seria jugando. En la prórroga el equipo que marca es el que se queda con la victoria. Fue un gran partido de fútbol. Hay gente que piensa que el gran fútbol es posesión de balón, pero para mí un gran encuentro también puede tener una gran defensa y un gran contraataque”. l