El presidente de Cuba, Raúl Castro, afirmó que el “recambio generacional” en el régimen comunista que dirige la isla desde 1959 está en marcha “con tranquilidad y serena confianza”, en una ceremonia por los 60 años del asalto al cuartel del Moncada, considerado el inicio de la revolución cubana.
La generación histórica de la cúpula castrista celebró el que será previsiblemente el último aniversario redondo del asalto al Moncada en Santiago de Cuba, liderado en 1953 por un entonces joven Fidel Castro. El ataque fue un fracaso total desde el punto de vista militar, pero para el relato oficial cubano implicó el inicio de la rebelión que seis años después terminó en el derrocamiento del dictador Fulgencio Batista y el triunfo de la revolución. Pese al tiempo transcurrido, el régimen instaurado a partir de 1959 sigue autodenominándose “revolución cubana”.
“Parece un milagro que a 60 años de aquel 26 de julio estemos vivos todavía varios de los participantes en aquellos acontecimientos”, señaló Raúl ante unas 10.000 personas reunidas en el antiguo cuartel Moncada, en Santiago, a unos 900 kilómetros de La Habana.
“Está en marcha el proceso de transferencia paulatina y ordenada a las nuevas generaciones”, recordó también el mandatario de 82 años al cierre del acto al que concurrieron ocho jefes de Estado y de gobierno de la región, entre ellos el venezolano Nicolás Maduro, el boliviano Evo Morales, el nicaragüense Daniel Ortega y el uruguayo José Mujica. Raúl Castro tomó el mando presidencial luego de la enfermedad de su hermano mayor, Fidel. Este enfermó gravemente de un mal nunca informado en 2006. Raúl tomó el mando de hecho ese mismo año, y en 2008 lo hizo formalmente.
“La generación histórica va cediendo su lugar a los nuevos, con tranquilidad y serena confianza”, agregó Raúl en alusión a palabras del héroe nacional cubano José Martí. Como se prevía, en los actos en Santiago no estuvo Fidel Castro, delicado de salud a sus 86 años. El jueves, se entrevistó con el uruguayo Mujica, pero no se publicaron imágenes del encuentro.
En febrero, el gobierno de Raúl Castro nombró por primera vez a un político nacido después de la revolución de 1959 como “número dos” del aparato comunista de poder. El primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel, de 53 años, es considerado el sucesor designado del menor de los hermanos Castro.
El presidente cubano Raúl Castro anunció al asumir su segundo mandato consecutivo de cinco años en febrero pasado que dejará el poder en el lejano 2018. Para esa fecha tendrá 87 años, en caso de estar aún vivo.
“Han pasado los años y ésta sigue siendo una revolución de jóvenes”, aseguró el presidente cubano, que apareció vestido con su tradicional uniforme militar verde olivo y un sombrero campesino de yarey, típico de la isla, para protegerse del inclemente sol cubano. Sus colegas visitantes también lucieron el mismo sombrero. Los mandatarios asistentes fueron invitados a tomar brevemente la palabra antes de Castro. El gran ausente de los países del bloque del Alba fue el ecuatoriano Rafael Correa, sustituido por el canciller Ricardo Patiño.
Con la tradicional retórica “antiimperialista”, los dirigentes fustigaron sobre todo a Estados Unidos y vitorearon a la revolución cubana con las viejas consignas de “Patria o muerte” y “Venceremos”. El ataque liderado por un joven Fidel Castro de 26 años en 1953 se conmemora todo los años en una ciudad distinta del país como el “día de la rebeldía nacional”. Por el 60º aniversario la celebración volvió al lugar de los hechos, Santiago de Cuba.
En Santiago también estuvieron también los primeros ministros de San Vicente y Las Granadinas, Ralph Gonsalves, y de Dominica, Roosevelt Skerrit, así como los jefes de gobierno de Antigua y Barbuda, Baldwin Spencer, y Kenny Anthony, de Santa Lucía. Estas pequeñas naciones isleñas mantienen una fuerte dependencia económica de Venezuela, la nación impulsora del Alba con su petróleo.