De acuerdo a los últimos informes elevados a la jueza que investiga el enfrentamiento entre hinchas de Newell's Old Boys y la policía en las inmediaciones y dentro del club del parque Independencia, se colectaron casquillos de tres pistolas 9 milímetros que no pertenecen a esa fuerza. En tanto, el peritaje practicado sobre las armas de los uniformados da cuenta de que ninguno las utilizó para contrarrestar la embestida de los simpatizantes leprosos. Y un testigo aportó que vio a un hombre gatillar un revólver calibre 22 desde adentro del club, idéntica al que se utilizó para herir a un agente.
Los estudios ordenados para tratar de esclarecer los graves hechos ocurridos el domingo 20 de enero en el estadio Marcelo Bielsa, cuando la policía debió repeler la acción de un grupo de hinchas leprosos que se replegó dentro de la entidad tras atacar autos identificados con simpatizantes de Rosario Central en avenida Pellegrini y Pueyrredón, van despejando algunos interrogantes.
Según aportó a este diario la fiscal Nora Marull, "en el lugar de los hechos los peritos levantaron casquillos de al menos tres pistolas 9 milímetros que no pertenecen a los policías que repelieron la acción". El peritaje practicado sobre 26 armas de los agentes demuestra que ninguno la utilizó y tenían los cartuchos intactos. "Sólo se valieron de las escopetas antitumulto", confirmó la funcionaria.
El material acercado el miércoles pasado a la jueza de Instrucción Nº 2, Alejandra Rodenas, también sirvió para ir en busca del agresor (ver aparte) del policía Pablo Orellano, herido en el cuelo con un proyectil calibre 22 que provino del grupo que se refugió en el Coloso.
Indicios. "Hay casquillos de un revólver 22 largo. Además, un testigo dijo que vio a una persona dentro del club, en la zona de las canchas de tenis, que se ubicó detrás de un árbol y disparaba hacia afuera con un arma de esas características", aportó Marull.
Luego del enfrentamiento, la policía secuestro una pistola calibre 9 milímetros dentro de un baño de la pensión del club (debajo de una tribuna) y ocho personas quedaron detenidas.
En ese sentido, en la última semana hubo personas que llegaron a la fiscalía con filmaciones, que están bajo análisis, con el objetivo de identificar a los integrantes de del grupo de hinchas que se refugió en la sede de la entidad por el portón Nº 6.
Respecto de la hipótesis de sabotaje del sistema de cámaras de videovigilancia que posee la institución, que fue desactivado a las 16.21 tras un cortocircuito que hizo saltar el disyuntor (a pocos minutos de iniciados los incidentes), parece complejo desentrañar cómo se pergeñó la acción.
"El corte fue abrupto y las 32 cámaras dejaron de funcionar a la vez. El sabotaje existió, pero es difícil establecer de qué manera se provocó", interpretó Marull sobre el origen de la falla.
Otro dato que llama la atención de los investigadores es que el club no posea el denominado UPS, una fuente eléctrica que tiene el fin de seguir alimentando el dispositivo en caso de interrupción del suministro. No obstante, entre los investigadores se sigue sosteniendo la idea de que se trató de un acción intencional orientada a impedir que queden registros de la gresca.
En el marco del expediente penal en el que se investigan las causas de la suspensión del clásico entre Newell's y Central (cotejos pactados para el 20 y 27 de enero), detuvieron a ocho personas.
Aunque fueron liberadas tras ser indagadas e imputadas de "intimidación pública" y de infringir la ley nacional del deporte.
Hubo un
"veredazo"
en los
barrios
La propuesta del diputado nacional Carlos Comi (CC) comenzó por Twitter y luego se amplificó. El "Veredazo por la vida y la convivencia" surgió como reacción a la inseguridad y
el narcotráfico.
Las reposeras y
el mate entre vecinos marcaron el pulso al caer la tarde. Y hasta se sumó la intendenta Mónica Fein.