El ministro del Interior, Florencio Randazzo, afirmó ayer que la oposición “está tratando de reeditar lo que fue la Alianza del año 99”, a la vez que pidió que ese sector dé a conocer “ideas y proyectos” en lugar de “descalificar las políticas del gobierno”.
Al ser consultado sobre el acuerdo alcanzado por el candidato presidencial radical Ricardo Alfonsín y el diputado Francisco de Narváez, el ministro sentenció que “la oposición en términos generales está tratando de reeditar lo que fue la Alianza del año 99, que terminó de la peor manera para la ciudadanía”.
“Sería importante que en este tiempo que va de acá hasta el 14 de agosto y la primera vuelta pudiésemos discutir con los dirigentes de la oposición ideas, proyectos”, planteó el ministro, quien ayer encabezó un acto en la Bolsa de Comercio.
Igualmente, el funcionario sostuvo que “la oposición carece totalmente de ideas y propuestas y lo único que hace es descalificar las políticas del gobierno”, a la vez que cuestionó: “Cuando uno habla demasiado de los demás es porque tiene poco que proponer de lo propio”.
Por ello, dijo esperar que “podamos saber qué piensa la oposición sobre derechos humanos, economía, la ley del Fútbol para Todos, de la asignación universal por hijo, y la asignación para madres embarazadas”.
Por otra parte, el ministro del Interior dijo que “sueño y deseo que la presidenta vuelva a ser la candidata del Frente para la Victoria”, y advirtió que Cristina Fernández “sabe de las asignaciones pendientes que todavía tiene la Argentina y creo en el compromiso para que estas asignaciones se resuelvan”.
Por su parte, el jefe de campaña de De Narváez, el legislador porteño Daniel Amoroso, rechazó la comparación con la Alianza que hizo Randazzo y afirmó que “en realidad lo que le pasa al kirchnerismo es que ve como este acuerdo entre radicales y peronistas pone en jaque su supuesta hegemonía”.
Amoroso no sólo replicó las críticas del ministro del Interior, sino que acusó al gobierno nacional de querer “hacer de vigilante ideológico”.
“Quiere saber lo que fue la Alianza, mejor que le pregunte a muchos colegas de su gabinete, como Nilda Garré o Juan Manuel Abal Medina, que integraron esa coalición, hicieron campaña por ella y festejaron en el Obelisco el día que ganaron junto a Chacho Alvarez, Gustavo López y muchos otros”, desafió el legislador porteño.
Señaló además que “el gobierno no tiene empacho ni prejuicios para unirse con Menem, la familia Saadi y hasta el grupo Quebracho, que últimamente se ha transformado en su fuerza de choque, como quedó demostrado en los incidentes ocurridos hace 10 días en Ensenada, y quiere hacer el papel de vigilante ideológico sobre lo que hacen los demás candidatos”.
Amoroso consideró que las críticas del oficialismo demuestran que “en realidad lo que le pasa al kirchnerismo es que ve como este acuerdo entre radicales y peronistas pone en jaque su supuesta hegemonía”.
El denarvaísta indicó que esa “hegemonía” está “construida en base a encuestas truchas y campañas de prensa contra adversarios, y eso los pone nerviosos, porque se acuerdan de lo que pasó en el 2009”, en referencia a las elecciones de junio de ese año, cuando su jefe político, Francisco De Narváez, venció en la provincia de Buenos Aires a la lista del Frente para la Victoria que encabezaban el ex presidente Néstor Kirchner y el gobernador Daniel Scioli.
Sensación triunfalista
El candidato a gobernador bonaerense de Unión Celeste y Blanco, Francisco de Narváez, consideró ayer como “una mentira” que “el kirchnerismo ya ganó” las elecciones de octubre, y sostuvo que sólo se trata de “una sensación” que “se ha instalado”, como “que no hay inflación ni inseguridad”.
Asimismo, destacó que su acuerdo con el radical Ricardo Alfonsín ha permitido “superar barreras partidarias y etiquetas que no nos han hecho bien” para “plantear a los argentinos una forma de gobierno moderada, con capacidad para resolver los problemas, con capacidad de diálogo y salir de populismo corrupto que es el kirchnerismo”.
De Narváez dijo que, junto a Alfonsín, “sentimos que era el momento de mirar para delante. El futuro tiene que ver con lo que va a pasar, no con lo que ya pasó”.