Ninguno quedó conforme. Porque el 1-1 final de ayer le sirvió de poco a Atlético de Rafaela, que de momento sigue a salvo en la tabla de los promedios, y de nada o casi nada a Tigre, que volvió a caer en la zona de descenso directo. Todo esto por obra y gracia de la victoria de San Lorenzo sobre Newell’s por 3 a 2.
A los 53' el volante Alexis Castro, tras recibir una estupendo habilitación del delantero Federico González, puso en ventaja a Rafaela, pero 14 minutos después el defensor Mariano Echeverría estableció el empate final.
Para ambos equipos fue una tarde de vaivenes. Cuando San Lorenzo perdía 2-0, Rafaela se alejaba de cualquier problema con el descenso, y Tigre se metía en zona de promoción, pero la remontada del equipo dirigido por Ricardo Caruso Lombardi les amargó la tarde, especialmente al conjunto de Victoria.
Durante los 90' no hubo demasiadas diferencias, aunque el conjunto de Rodolfo Arruabarrena llegó un poco más sobre el arco defendido por Guillermo Sara, convirtiéndolo en una pieza clave para el empate.
Sara evitó al menos tres goles, pero su última atajada fue fundamental, porque allí nació el contraataque que terminó con el gol de Castro.
Algo que habrá que reconocerle a Tigre fue la actitud, especialmente cuando quedó abajo en el marcador. Los dirigidos por Arruabarrena no entraron en la locura y fueron en busca del empate con inteligencia.
A 67' Tigre consiguió el empate que merecía largamente. Un córner desde la derecha cayó en el área, el delantero Ezequiel Maggiolo la cabeceó en el primer palo y Mariano Echeverría, ingresando por el segundo poste, empujó la pelota al gol.
Ninguno de los dos se conformó con el empate y por eso fueron en busca del triunfo. Sin embargo, la falta de claridad a la hora de manejar la pelota impidió que tanto Atléteico de Rafaela como Tigre tuvieran una ocasión neta de gol.
Por Gonzalo Santamaría