Raúl Cazón, la única persona que estaba detenida en la causa Atilra, quedó ayer
en libertad tras pagar una fianza de 15 mil pesos. El hombre no se podrá ausentar de Rosario
mientras siga el proceso, al que continúa vinculado por la muerte del dirigente cordobés Héctor
Cornejo, hecho que se produjo el 3 de diciembre de 2008 en un violento enfrentamiento de dos bandos
antagónicos del gremio lechero.
La jueza de instrucción Nº5, María Luisa Pérez Vara, le otorgó el beneficio de
la libertad a Cazón luego de la solicitud que hiciera su abogado defensor, Carlos Varela, quien
alegó en su momento que a su cliente le imputan el mismo cargo que al resto de los acusados, que
están en libertad.
De hecho, Víctor Vega y Edgardo Barbero, dos ex dirigentes de Atilra Rosario,
debían declarar anteayer por la misma causa pero se prorrogó para la semana próxima. Ambos están en
la misma situación procesal que Cazón, pero a diferencia del sospechoso de matar a Cornejo, gozan
de la libertad.
La libertad bajo fianza que logró Cazón fue producto de un cambio de carátula
(la causa quedó como homicidio en riña) y de pericias balísticas que beneficiaron su situación.
Según el peritaje realizado al proyectil que mató a Cornejo, este fue disparado
de arriba hacia abajo, desde una altura aproximada de tres metros. De acuerdo a la declaración de
testigos, Cazón no se encontraba en el lugar desde donde partió la bala asesina.
Sí existen documentos probatorios (filmaciones y fotografías) donde se lo ve a
Cazón disparando un arma de fuego, pero no están todos los elementos que lo indican como el autor
material del asesinato de Cornejo, de allí el cambio de carátula que lo terminó beneficiando con la
libertad condicional.
Inocencia. "Estamos satisfechos con la resolución de la jueza y deseo que se
esclarezca este hecho desgraciado", dijo ayer Varela a LaCapital, luego de conocer el fallo que
firmó Pérez Vara.
A pesar de que Cazón sigue vinculado a la causa, pues no se le dictó la falta de
mérito, Varela sostiene que su defendido es inocente de la muerte que se le imputa.
El fallo que suscribió la jueza penal Pérez Vara —al cual tuvo acceso
LaCapital— atiende a los argumentos de la defensa de Cazón, donde manifiesta que no tiene
antecedentes penales y que además "no se advierten obstáculos para el otorgamiento del beneficio
(la libertad condicional), pudiendo aseverar que no existe peligro alguno para presumir que
entorpecerá la investigación o que intentará eludir la acción de la Justicia".
En otro tramo agrega que Cazón "asume la obligación de someterse al cuidado de
la señora Blanca Nélida Quiroz (su esposa), quien aceptará en audiencia el compromiso de cuidado y
de suministrar informes periódicos, y que la libertad le permitiría laborar y ganarse el sustento
diario, comprometiéndose el señor Matías Daniel Monzón a brindarle trabajo en su remisería".
Luego de exponer los argumentos propios y de la defensa, Pérez Vara resolvió
concederle la libertad a Cazón bajo los siguientes términos: tiene prohibido salir de Rosario, debe
presentarse el primer día de cada mes en la seccional policial en jurisdicción de su domicilio,
someterse al cuidado de su mujer y pagar una fianza de 15 mil pesos.
Cazón, que estaba detenido en la alcaidía, recuperó ayer mismo la libertad tras
el fallo de la jueza.
Indagatorias. La libertad de Cazón se produjo casi en simultáneo con el llamado
a indagatoria de ex dirigentes de Atilra Rosario. El gremio (que ahora está intervenido) y las
personas que lo condujeron aparecen seriamente involucradas en la investigación, como es el caso de
Víctor Vega y Edgardo Barbero, quienes tendrán que declarar el próximo miércoles.
Según pudo saber LaCapital, tanto Vega como Barbero aparecen en el expediente
"dando órdenes de defensa o de ataque" cuando se desató el incidente frente al gremio, luego de que
llegaran al lugar unos 800 militantes del sindicato lechero, identificados con la CGT de Hugo
Moyano.
El día de la batalla, Atilra Rosario había organizado un acto frente a su sede,
que contó con la adhesión de gremios identificados con la CTA, y por el cual se contrató a Cazón
para "garantizar" la seguridad.
El hombre, ahora en libertad, tenía vinculación con la barrabrava de
Newell’s Old Boys y también se desempeñó como patovica en distintos boliches de Rosario. Por
el trabajo de "seguridad" le habrían pagado unos 100 pesos.
La situación del gremio rosarino se vio agravado el mismo día del incidente por
un allanamiento que ordenó la jueza, en el que se secuestraron varias armas de fuego cuando los
dirigentes (entre ellos Vega y Barbero) habían sostenido lo contrario.
Pero no sólo Vega y Barbero deberán responder preguntas de la jueza Pérez Vara.
Además, lo tendrán que hacer otros dirigentes del gremio lechero que aparecen involucrados en la
causa, como también otros patovicas, que al igual que Cazón, fueron requeridos por Atilra Rosario
para prestar sus "servicios".