El ex agente de inteligencia Edward Snowden pidió asilo político en Rusia poco antes de que el presidente ruso, Vladimir Putin, le hiciese el ofrecimiento público de concedérselo, pero bajo ciertas condiciones. El gesto de Moscú supondrá un ulterior agrietamiento de su relación con Estados Unidos, pese a que Putin se esforzó por mostrar que no permitirá que Snowden continúe con sus actividades de filtración de informes secretos estadounidenses.
La abogada de WikiLeaks Sarah Harrison, que viaja con Snowden desde que este abandonó Hong Kong en dirección a Rusia el 23 de junio, entregó su solicitud a un funcionario consular ruso en la zona de tránsito del aeropuerto moscovita de Sheremetyevo la noche del domingo. Se cree que la solicitud será aceptada sin problemas, luego que Putin le dio un claro guiño para acogerlo.
Poco después del trámite en el aeropuerto, Putin ayer ofreció asilo político a Snowden, pero a condición de que deje de "hacer daño" a los Estados Unidos con sus revelaciones. "Si (Snowden) quiere quedarse aquí, hay una condición: debe dejar de hacer su trabajo, que va encaminado a hacer daño a nuestros socios estadounidenses. Lo digo aunque parezca extraño que estas palabras salgan de mi boca", declaró el jefe de Estado ruso. La declaración de Putin sonó, efectivamente poco creíble, y seguramente hasta risible a oídos estadounidenses, que a esta altura, después de 8 días de estadía de Snowden en Moscú, descuentan que este ya contó todo lo que puede saber a los ávidos agentes del servicio secreto del Kremlin.
Por su lado, el presidente de EEUU, Barack Obama, confirmó que su país está manteniendo "conversaciones de alto nivel" para lograr la extradición de Snowden. "Ha habido conversaciones de alto nivel con Rusia para tratar de encontrar una solución", precisó el presidente estadounidense en Tanzania, donde se encuentra de visita oficial. "No tenemos un tratado de extradición con Rusia. Pero, por otro lado, tenemos entendido que el señor Snowden ha viajado sin un pasaporte válido, sin papeles legales", agregó. "Esperamos que el gobierno ruso tome una decisión basada en los procedimientos normales referidos a la legislación internacional sobre viaje", concluyó Obama, antes de que Putin anunciara su decisión de darle asilo al prófugo.
Putin señaló que "Rusia nunca va a entregar a nadie a ningún lugar" y recordó que a su país "nunca le ha sido entregado nadie", contrariando así declaraciones de autoridades estadounidenses. "En el mejor de los casos, intercambiamos nuestro personal de inteligencia que opera en el extranjero con los que han sido detenidos, arrestados y sentenciados en la Federación de Rusia", recordó Putin, antiguo agente del desaparecido KGB de la era soviética.
Snowden, de 30 años, se encuentra desde el domingo de la semana pasado en el área de tránsito del aeropuerto Sheremetievo de Moscú y no cuenta con un visado ruso ni con un pasaporte válido. Según Putin, "Snowden ya no se ve a sí mismo como un ex empleado de los servicios secretos, sino como un luchador de los derechos humanos, como un nuevo disidente similar a (el premio Nobel de la Paz Andrei) Sájarov, pero quizás de otra magnitud". Pero Putin dijo que sospechaba que Snowden no dejaría de filtrar información porque, precisamente, "se siente como un activista de derechos humanos". "Así que debe elegir un país de destino e irse allí", dijo, hablando antes de que se conociese la petición de asilo a Rusia. El discurso de Putin fue premeditamente ambiguo, dejando márgenes de duda sobre su actitud ante Snowden. Pero parece claro que le dará asilo, contra la voluntad de sus "aliados estadounidenses".
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, en cuyo país Snowden estaba buscando asilo, dijo el domingo que su destino estaba en manos de Rusia porque la nación sudamericana no podía considerar la petición hasta que llegue allí o a una de sus embajadas. Snowden, quien no ha sido visto por los periodistas que rastrean el aeropuerto moscovista, tiene su pasaporte estadounidense revocado y países de todo el mundo están bajo la presión de Estados Unidos para denegarle asilo.
"No es nuestro". Por otra parte, Putin subrayó que los servicios secretos rusos no han trabajado y no trabajan con el ex colaborador de la CIA y la Agencia Nacional de Seguridad (NSA). "Snowden, repito, no es nuestro agente, no ha cooperado con nosotros, tampoco está cooperando en la actualidad, y no trabajamos con él", recalcó. Al comentar el escándalo por el espionaje estadounidense sobre sus aliados europeos (ver aparte), el mandatario ruso declaró que no es asunto de Rusia "si los aliados se escuchan entre sí", ya que pueden "hacer lo que quieran". "Según tengo entendido, esta información fue revelada por el señor Snowden. Pero en esta información no hay nada sobre que hayan tratado de escuchar a representantes oficiales rusos", explicó. "No se descarta que esto sea posible, aunque nosotros mismos no tenemos ninguna evidencia (de espionaje de Estados Unidos).