Un suboficial de policía deberá seguir en prisión hasta el juicio por la ejecución de un joven de 20 años que cayó en aguas del arroyo Ludueña con un tiro en la nuca mientras era perseguido por el uniformado y otro efectivo, en junio de 2013. Una jueza penal de 2ª instancia confirmó ayer la prisión preventiva que pesa sobre el uniformado desde que fue procesado en agosto y ordenó que se acelere el trámite penal del caso, que se encamina a un debate oral por un delito que prevé prisión perpetua.
La resolución fue adoptada por la camarista Carina Lurati tras una audiencia de apelación en la que el defensor del policía cuestionó la investigación y solicitó, sin éxito, que lo dejaran en libertad. Se trata de Raúl Anzoategui, un suboficial de la comisaría 20ª acusado de mataren junio de 2013 a Marcelo Lares, un joven de 20 años que se asustó y escapó de un allanamiento a su casa, donde buscaban a su hermano. Tras una persecución a pie el muchacho terminó con un tiro en la nuca.
"Esto fue una ejecución", planteó en la audiencia el abogado del Centro de Asistencia Judicial (CAJ) Ricardo Lamas, quien interviene como querellante por la familia de Lares. El policía está procesado en base a evidencias que dan cuenta de un enfrentamiento orquestado, en el cual se le atribuyó a la víctima haber esgrimido un arma que no tenía aptitud para el disparo y que además nunca gatilló. Todo frente a testigos citados en la resolución.
En Empalme. El crimen ocurrió el 6 de junio de 2013 cuando una comisión policial de la comisaría 20ª y del destacamento 23 llegó a una casa de Olavarría 1224 bis, en Empalme Graneros, para cumplir un allanamiento ordenado por el juzgado de Instrucción 11. En esa casa buscaban detener a un hermano de Lares sospechado por un robo y secuestrar una moto Yamaha Crypton azul sin dominio usada en el hecho. El suboficial Anzoategui irrumpió en la vivienda con el cabo Claudio R. y Marcelo Lares salió corriendo por el patio de la casa.
Detrás de él salieron los dos agentes y una mujer policía que aguardaba en un patrullero. En la fuga, Lares ingresó a la casa de un vecino donde intentó tomar como rehén a un chico de 10 años. Pero un tío del niño se trenzó en una pelea con el joven y ambos terminaron rodando hasta un zanjón. Lares se levantó y siguió escapando pero uno de los policías lo alcanzó a la altura de calle Olivé y se escucharon tres disparos, uno de los cuales le dio en la nuca y su cuerpo cayó al agua. Una hora más tarde, según el acta, los bomberos encontraron cerca suyo un revólver Bersa calibre 22 largo.
Hipótesis. La jueza Irma Patricia Billota sostuvo que la hipótesis del enfrentamiento armado "aparece inconsistente" porque fue desmentida por testigos, entre ellos el hombre que defendió a su sobrino, quienes negaron que el muchacho llevara un arma y dijeron que el policía tiró sin dar la voz de alto. Anzoategui fue procesado como autor de un homicidio calificado y le dictaron la prisión preventiva. Y su colega R., por falsedad ideológica y encubrimiento.
Eso fue apelado por el defensor Pedro Grabar, quien cuestionó la imputación y dijo que el policía actuó tal como lo ordenan los protocolos de la fuerza. La fiscal María Eugenia Iribarren recordó que la herida al muchacho fue en la nuca. Y los abogados Ricardo Lamas y Virginia Llaudet dijeron que "para la querella, no existió arma alguna" y que a su entender "esto fue una ejecución". Tras escuchar a las partes, la jueza Lurati confirmó la prisión preventiva y recomendó acelerar el trámite hacia el juicio oral y público.