El consejo nacional del Partido Justicialista se reunirá el viernes en Resistencia, Chaco, con una agenda centrada en la necesidad de prorrogar los mandatos de las autoridades partidarias y expresar su apoyo a la presidenta Cristina Fernández.
El consejo nacional del Partido Justicialista se reunirá el viernes en Resistencia, Chaco, con una agenda centrada en la necesidad de prorrogar los mandatos de las autoridades partidarias y expresar su apoyo a la presidenta Cristina Fernández.
Así lo confirmaron fuentes partidarias que admitieron que el postergado encuentro se realizará en la sede del PJ chaqueño, en un marco de fuerte tensión entre la Casa Rosada y el gobernador Daniel Scioli.
Tal como estaba previsto en la postergada reunión del pasado viernes 4 de mayo cuando el encuentro fue suspendido de imprevisto horas antes por el acto de promulgación de la ley de expropiación de YPF, el PJ nacional definirá con el aval de la presidenta, la prórroga de los mandatos de las actuales autoridades y la fecha de futuras elecciones internas.
El kirchnerismo apuesta a controlar la mayor estructura del país lo que genera tensión entre los tradicionales jefes del PJ —gobernadores e intendentes— que pujan por mantener su poder territorial.
"No cambió nada" en el Partido Justicialista nacional tras el lanzamiento de la candidatura de Scioli, ya que "la agenda es la prórroga y la eventual convocatoria a elecciones internas para marzo, aunque la fecha está por confirmarse", aseguró una fuente del kirchnerismo.
Aunque Scioli presidirá formalmente la reunión del PJ que se llevará a cabo en la sede del peronismo chaqueño, el anfitrión oficial será el mandatario del Chaco alineado a la Casa Rosada, Jorge Capitanich, y está previsto la firma de un documento en respaldo a Cristina.
Esta reunión del PJ será la primera del año y se realiza en el límite de la fecha de vencimiento de los mandatos de todas las autoridades, ya que el 5 de junio vencen los mandatos de quienes asumieron en 2008 junto a Néstor Kirchner y de no formalizarse una prórroga o llamado a elecciones internas, el partido del gobierno quedaría acéfalo y correría riesgos de ser intervenido judicialmente.