Tras una seguidilla de robos en estaciones de servicio que esta vez se ensañaron más con la ciudad de Santa Fe que con Rosario, las máximas autoridades de Seguridad provincial mantuvieron una reunión con dirigentes empresarios y gremialistas en la sede de Gobernación. Todas las patas del encuentro lo evaluaron como "fructífero" porque al diagnóstico de "cómo se fue corriendo el delito" en materia de horario y geografía se le sumaron varias propuestas para fortalecer los controles. Una que el ministerio les formuló a los playeros —que ya vienen implementando diversas baterías de seguridad— fue "incorporar el botón de pánico conectado directamente al 911". Los estacioneros, por su parte, ofrecieron sus playas para que los móviles policiales las usen como bases. Volverán a reunirse el miércoles próximo para avanzar en un plan conjunto.
El titular de la Federación Argentina de Expendedores de Nafta del Interior (Faeni), Marcelo Rovasio, calificó el diálogo como de "mucha apertura" por parte del gobierno provincial, "que está atendiendo muy seriamente la problemática".
Aun así, sentenció que con el mismo ritmo con que se busca reforzar la seguridad en los playones "los ladrones están pensando en cómo seguir robando".
Y así es cómo "el delito migra", tanto en materia de horarios como de geografía. Por eso, después de que en Rosario se pusieran en marcha distintas "acciones de seguridad que lograron minimizar el delito", los asaltos proliferaron más en Santa Fe y localidades vecinas. "O si, como en mi caso, se pone un policía con adicionales de 22 a 6, los ladrones llegan a las 21.30", ejemplificó Rovasio.
El presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio, Garajes y Afines de Rosario (Cesgar), Marcelo Herrero, coincidió en que "cuando se ajusta en un lado el delito se corre a otro".
Y, como a nivel local "se viene trabajando muy fuerte desde hace tiempo, la situación quizás no sea tan crítica como en otros momentos". Sí se agravó en otras localidades de la provincia, afirmó, por lo que pidió "no bajar la guardia".
Rovasio recordó que en la provincia en los últimos tiempos las estaciones de servicio vienen siendo víctimas de tres modalidades delictivas diferentes: "El robo rápido de la billetera al playero encañonado; el robo con cuatro motos, donde dos se encargan de la playa y las otras dos visitan el minimercado, y el robo más profesional con inteligencia previa, por ejemplo cuando se traslada la recaudación al banco".
Para minimizar esos hechos, en Rosario hace rato que se fueron adoptando medidas, como eliminar el pago en efectivo en horario nocturno, una acción que "ya tomó la gran mayoría". Incluso, dijo el titular de Faeni, en algunas playas por la noche sólo trabajan con cuenta corriente.
Otras medidas aceptadas en forma generalizada en Rosario, puntualizó Herrero, es disponer de un "buzón de alta seguridad de doble llave a la que el operador no tiene acceso" y un servicio de "guarda y traslado" de la recaudación. "No es gratuito, pero son costos a asumir porque la seguridad no tiene precio", afirmó.
Las cámaras de videovigilancia apostadas en las cercanías de las estaciones fueron otro punto a favor. Por eso, el ministro Raúl Lamberto les prometió que el trabajo en red de los 502 equipos (102 ya instalados por el municipio y 400 por la provincia), que arrancará este mes y al que se sumarán otros en 2015, tendrá a las playas como sitios de referencia.
A esas medidas, les propusieron ahora el ministro y su secretario de Seguridad Pública, Gerardo Chaumont, sumar el botón de pánico conectado al 911. La idea fue aprobada por empresarios y sindicalistas (aunque todavía no se habló de costos), que pidieron que los móviles policiales puedan acompañar eventualmente los traslados de caudales cuando no se haya contratado ese servicio en forma privada.