El 19 de octubre del año pasado Héctor Ricardo García dejó su último suspiro de vida sobre la vereda de Uriburu y Corrientes, a pocas cuadras de donde vivía. Fue tras mantener una pelea con Martiniano Gómez, un boxeador de 49 años. En ese marco se escuchó el estruendo de un disparo hecho con una pistola calibre 11.25. La bala le ingresó a García por arriba de la oreja izquierda y le salió sobre la ceja derecha. Murió en el acto. Ahora el juez de Instrucción Juan Carlos Vienna procesó a Gómez por homicidio agravado por el uso de arma de fuego.
¿Qué enfrentaba a García y Gómez? Supuestamente, la esposa de la víctima mantenía una relación paralela con Gómez, algo que en los Tribunales la mujer negó. Sólo alegó que Gómez era su profesor de boxeo y compañero de baile de cumbias. Lo cierto es que dos semanas antes del trágico desenlace los hombres ya se habían peleado y García, un marinero mercante de 38 años, terminó con un hombro quebrado.
Piñas y tiro. En el marco de la pesquisa, la esposa de Gómez relató que a las 8.45 de aquel 19 de octubre ella y su marido se cruzaron con García en Uriburu y Corrientes. "Mi esposo comenzó a hablar con él y le pidió que dejara de molestarnos. En un momento se tomaron a golpes de puño, pero como mi marido es boxeador no me preocupé. Hasta que escuché que mi marido le gritó a un muchacho que estaba esperando el colectivo: «Ayudame que tiene un arma». En ese momento miré y vi que mi marido intentaba sacarle la pistola a García. Enseguida escuché una fuerte explosión y vi sangre. Mi esposo se agarraba la cabeza, lloraba y temblada. Llamaron al 911, me comencé a marear, mi marido se acercó hasta la calle y me dijo: «Andá a casa que voy a quedar detenido»", contó la mujer.
En el marco de la pesquisa también se valoraron los dichos de la hermana de la víctima. La mujer señaló que García no podía tener un arma de fuego a raíz de que tenía el brazo quebrado. "Era un bobo al que cualquiera le pegaba y no sabía ni hablar", afirmó. A su vez, el hijo de la víctima contó que sus padres (cuando ocurrió el hecho) llevaban separados un mes y medio y que supuestamente su madre salía con Martiniano, lo que habría sido el motivo de la separación. "A él no le gustaba nada esa situación y después que terminó lesionado recibí muchas llamadas en su celular para molestarlo", comentó.
Dos contra uno. El magistrado también tuvo en cuenta los dichos de otro testigo, un repartidor de pan que pasó por el lugar. "Cuando llegué a Uriburu y Corrientes vi a una persona tirada en el piso, otra persona arriba y otra pateándolo. El que estaba arriba tenía un revólver en la mano y le daba culatazos en la cabeza. En ese momento vino un colectivo y el que estaba dando patadas quiso pararlo. Y el que le pegaba con el arma disparó. El que tiró primero se enderezó, disparó y después se agarraba la cabeza", contó.
En los fundamentos de la resolución judicial, el magistrado le atribuyó la autoría del crimen a Gómez a partir de los dichos de los testigos que indicaron que la víctima estaba en el suelo luchando con el imputado y en medio de la gresca abrió fuego. "La declaración de la mujer del acusado de que el arma se disparó en medio de un forcejeo de los dos hombres se cae ante el informe de la autopsia que describió una herida con orificio de entrada y salida en la mano derecha, presumiblemente provocada por el mismo proyectil que afectara la cavidad craneal", dice. Además, ponderó los dichos del hijo de García, quien sostuvo que su papá "era diestro y hacía todo con la derecha". Para los investigadores judiciales, esto evidencia que la víctima no tenía el arma en su poder cuando ocurrió la detonación.
En otro párrafo del fallo el juez Vienna plantea que la actuación del acusado en el suceso no fue "pacífica". "Su intención no fue alejarse, ya que lejos de evitar el enfrentamiento lo buscó o cuanto menos lo aceptó teniendo en cuenta el contexto de hechos violentos anteriores". Con relación a ésto, se cita una llamada al 911 realizada por el imputado advirtiendo la presencia de García en la escena del hecho antes de que ocurriera el crimen. "Gómez se dirigió al encuentro de García sin esperar la llegada del móvil policial cuando debió hacerlo a su casa".
Una a favor
El juez Juan Carlos Vienna decidió dictarle la falta de mérito a Martiniano Gómez por el delito de portación de arma de fuego de uso civil condicional. Para dictar la medida, el magistrado se basó en “las marcas en el abdomen de la víctima producidas supuestamente por la sujeción de un arma de fuego”. Además, señaló que el arma “habría sido portada” por Héctor Ricardo García.