Un hombre de 28 años que infligió golpes reiterados y maltrató a su hijastro de dos años hasta provocarle gravísimas lesiones que terminaron con su vida, fue procesado por el delito "homicidio calificado por alevosía en concurso real". El hecho ocurrió en agosto de 2013 cuando la madre dejó al pequeño al cuidado de su pareja en un vivienda de Empalme Graneros. La mujer, imputada por el mismo delito, fue sobreseída y recuperó la libertad, aunque será investigada por encubrir el hecho.
La mañana del 20 de agosto de 2013 Thiago Justin D., de tan sólo dos años dormía con otros hermanos en la vivienda de Juan B. Justo al 6000 cuando su madre, María Eugenia D., de 26, salió a las 7.30 a trabajar a una pocas cuadras convocada por una vecina.
Antes de partir la mujer le preparó la mamadera a Thiago, y le avisó a su pareja, Eric Antonio G., de 28 años, que quedaba a cargo de los niños. También le advirtió que no los maltratara, ya que el hombre había mostrado antecedentes violentos.
Una hora y media más tarde, el padrastro de los chicos se presentó nervioso en el domicilio laboral de su mujer y dijo que Thiago estaba desvanecido y respiraba con dificultad. María Eugenia regresó a su casa y encontró al niño con los labios blancos y un moretón en un pómulo.
De inmediato lo trasladó junto a un tío al centro de salud Juana Azurduy (Génova y Fraga), pero a pesar de los esfuerzos por reanimarlo, el nene murió debido a una insuficiencias respiratoria antes del mediodía.
El juez de Instrucción Nº 11, Hernán Postma, tomó la investigación del caso y de inmediato dispuso la detención de María Eugenia y Eric, y calificó el expediente de "muerte dudosa". Pero por redistribución de causas, debido a la implementación del nuevo sistema procesal penal, fue a manos del juez Juan Andrés Donnola.
Hace pocos días y luego de acumular pruebas basadas en testimonios (el de un hermanito menor de la víctima fue clave e incluso el de la madre) y pericias forenses, se determinó que Thiago falleció producto del maltrato despiadado que le infligió reiteradamente su padrastro, conducta que incluso ejercía contra su mujer a quien tenía amenazada.
"Las lesiones recibidas por el menor son contestes con golpes aplicados en forma violenta en zonas críticas indicadas en la autopsia, que provocan una hemorragia que en definitiva le causa la muerte", dice el juez al mencionar la necropsia. Y remarca que los golpes son "de reciente data y hay otros que aparecen provocadas con anterioridad".
Según el magistrado, esa circunstancia "pone de manifiesto una actitud agresiva hacia el menor que se desarrolló en el tiempo como una conducta constante".
En el procesamiento se enumera que la golpiza ocurrió en la casa familiar y fue observada por Matías D. (hermano), quien también resultó lastimado. "La inmediatez del suceso que no se compadece con la situación del chico una hora y media antes (la mamá lo dejó durmiendo), más los dichos de un tió y la imputación que le formula la pareja" resultaron suficientes pruebas para considerar a G. como responsable de la cruel agresión.
En definitiva, se lo acusó de "haber dado muerte con alevosía" Thiago "mediante golpes de puño y puntapiés que causaron graves lesiones generadoras del traumatismo abdominal y retroperitoneal con hemorragia masiva". El hombre quedó al borde de un juicio por homicidio calificado por alevosía en concurso real. La madre fue sobreseída y recuperó la libertad.