Cuatro policías del Comando Radioeléctrico de la Unidad Regional II fueron procesados por la Justicia por cohecho pasivo y otras figuras penales al hallarse pruebas suficientes para endilgarles el haber cobrado una importante suma de dinero a fin de permitir la evasión de un joven vinculado a la banda de Los Monos al que habían apresado conduciendo un auto y que tenía pedido de captura, y cambiarlo por otro muchacho que no tenía antecedentes penales y fue a parar a un calabozo de la comisaría 15ª.
El fallo fue dictado por el juez de Instrucción número 4, Juan Carlos Vienna, el mismo que el miércoles pasado procesó a 36 personas (civiles y policías) por cumplir distintos roles dentro de una asociación ilícita comandada por la familia Cantero bajo el nombre de Los Monos. Fue precisamente en el marco de esa causa que el magistrado tuvo conocimiento de escuchas telefónicas captadas en el celular de un comisario vinculado a la maniobra. Y así abrió un nuevo expediente sobre el que resolvió ayer.
El procesamiento alcanzó al oficial Roberto Fabián Dilda, de 43 años y ex subjefe del Comando Radioeléctrico de Rosario; al suboficial ayudante de ese cuerpo de calle, Pablo Andrés Ferrer Amador, de 33 años; y a los agentes Darío Gabriel Aguirre y Valeria Ester Galarza, de 26 y 32 años respectivamente. En el fallo el magistrado dispuso que todos sigan en estado de libertad y les trabó embargo por 10 mil pesos a cada uno de ellos.
El episodio resuelto por el juez Vienna demuestra una de las facetas de la corrupción policial y ocurrió en mayo del año pasado. Además de los cuatro policías ahora procesados, el hecho envolvió a tres hombres que estuvieron largo tiempo con pedido de captura por ser miembros de Los Monos. Se trata de Leandro “Gordo” Vilches, Angel “Pibu” Villa y Emanuel “Ema” Chamorro, quienes terminaron detenidos a partir de octubre pasado en diversos procedimientos realizados en el marco de la causa sobre la cual el magistrado falló el miércoles último.
En la zona sur. Según las escuchas telefónicas que se reproducen en el fallo de 20 páginas firmado por Vienna, el 27 de mayo de 2013 Vilches cayó detenido junto a Chamorro y Villa cuando circulaban a bordo de un Volkswagen Bora por la zona sur de la ciudad y fueron perseguidos por el Comando Radioeléctrico ya que no pararon la marcha cuando se les requirió para ser identificados. La carrera concluyó en Ovidio Lagos y Fragata Sarmiento, donde el móvil 5099 de la fuerza de calle en el que iban Aguirre y García les dieron alcance. Desde allí los demoraron y los trasladaron a la seccional 15ª por razones de jurisdicción, aunque en el camino hacia la comisaría algo pasó y Vilches no llegó a destino. En su lugar arribó otro joven identificado como Javier Nicolás G., sin antecedentes penales en su haber y a la postre incluido en el acta de procedimiento, ya que los policías recibieron 35 mil pesos para realizar el reemplazo.
El que gestionó la coima, según se acredita en el dictamen judicial, fue el sargento Juan “Chavo” Maciel, ex miembro de la Secretaría de Delitos Complejos de la provincia y actualmente procesado y con prisión domiciliaria por sus estrechos vínculos con Los Monos. A él le atribuyen haber gestionado el pago de los 35 mil pesos para que liberaran a Vilches.
Toda la situación fue captada por las escuchas telefónicas ordenadas en la causa 913/12 que investiga el asesinato de Martín “Fantasma” Paz y que fue resuelta por el juez Vienna esta semana. Así, investigando al clan Cantero se intervinieron los teléfonos de Vilches, Chamorro y Villa. Y de las conversaciones interceptadas surgió con elocuencia la negociación para que soltaran a Vilches e hicieran el cambiazo por otro individuo que no tardaría en ganar la calle.
Libros cambiados. A partir de las escuchas el magistrado ordenó otras medidas que terminaron probando lo esbozado en esos diálogos: verificaciones en los libros de guardia de la comisaría 15ª, seguimiento de los recorridos de las patrulleros verificados mediante los aparatos de geoposicionamiento satelital (GPS) , constancias de los turnos cumplidos por los empleados implicados y los testimonios de los mismos.
En ese marco Roberto Fabián Dilda y a Pablo Andrés Ferrer Amador quearon procesados por cohecho pasivo en concurso ideal con tráfico de influencias y en concurso real con falsificación de documento público e incumplimiento de los deberes de funcionario; y los agentes Darío Gabriel Aguirre y Valeria Ester Galarza por cohecho pasivo en concurso real con falsificación de documento público e incumplimiento de los deberes de funcionario.