Procesan a Astiz y otros 33 marinos por el caso Hagelin
Los represores de la Armada Alfredo Astiz y Jorge Tigre Acosta, junto a otros 32 marinos, fueron
procesados con prisión preventiva ayer por el secuestro y desaparición de la adolescente Dagmar
Ingrid Hagelin, en 1977, durante la última dictadura militar.
24 de abril 2009 · 01:00hs
Los represores de la Armada Alfredo Astiz y Jorge Tigre Acosta, junto a otros 32 marinos, fueron
procesados con prisión preventiva ayer por el secuestro y desaparición de la adolescente Dagmar
Ingrid Hagelin, en 1977, durante la última dictadura militar.
Fuentes judiciales informaron que el juez federal Sergio Torres dictó los
procesamientos y, a la vez, impuso embargos de un millón de pesos a cada uno de los marinos. La
lista de procesados incluye a Antonio Pernías, Ricardo Cavallo, Luciano Becerra, Eugenio Vilardo,
Hugo Damario, Carlos Daviou, Juan Carlos Fotea, Miguel García Velazco y Ricardo Lynch Jones.
También figuran Pablo García Velazco, Edgardo Otero, Roberto Pérez Froio, Alberto González, Ernesto
Frimón Weber, Juan Torti, Raúl Scheller, Néstor Savio, Julio Coronel y Antonio Vañek. Asimismo,
fueron procesados Rogelio Martínez Pizarro, Carlos Generoso, Víctor Cardo, Oscar Montes, Pedro
Santamaría, Francisco Rioja, Raúl González, Manuel García, Carlos Suárez Mason —hijo del
homónimo fallecido general del Ejército—, Jorge Radice, Orlando González, Randolfo Scachi y
Juan Carlos Rolón.
A Dagmar Hagelin, una joven sueco-argentina de 17 años, la baleó Astiz el 27 de
enero de 1977 cuando la adolescente iba de visita a la casa, en la ciudad bonaerense de Haedo, de
una amiga que había conocido ese verano en Villa Gesell: Norma Susana Burgos, militante de la
organización Montoneros.
Burgos ya había caído secuestrada por los marinos, quienes montaban guardia en
su casa esperando la llegada de otra montonera, María Antonia Berger, rubia y de tez blanca, a su
vez sobreviviente de la Masacre de Trelew, el 22 de agosto de 1972.
Los marinos vieron llegar justamente a una jovencita rubia y de tez blanca y
pensaron que se trataba de Berger, por lo que intentaron detenerla. Pero como la chica practicaba
atletismo consiguió alejarse corriendo velozmente. Según la investigación, Astiz le habría gritado
"parate flaca, que te tiro", con su rodilla en tierra y la pistola apuntando a la espalda de la
chica. Finalmente disparó y el balazo impactó en la cabeza de la joven, que se desplomó sobre el
asfalto.
El grupo de tareas la trasladó a la Esma, donde se certificó el error al
carearla con Burgos, que estaba secuestrada en ese centro clandestino de detención. A la vez se
comprobó que había quedado paralítica. Desde entonces Dagmar permanece desaparecida.