El bloguero Raif Badawi, detenido en Arabia Saudita desde 2014 por expresar que la religión debe separarse del Estado, recibió del Parlamento Europeo el premio Sajarov a “la Libertad Intelectual”. El saudita está prisionero desde 2014, condenado a mil latigazos, de los que ya recibió los primeros 50, y su familia debió dejar el país ante una ola de amenazas de muerte. El reino saudita aplica uno de los más integristas regímenes religiosos dentro del mundo islámico, ateniéndose de manera estricta a la normativa medieval musulmana de la Sharía. Su brajo ejecutor es una todopoderosa policía religiosa.
Los parlamentarios europeos decidieronotorgarle el premio al joven economista, quien en su blog se animó a pedir algo tan básico como la división de la esfera estatal de la religiosa. Martin Schulz, presidente del Paralamento Europeo, calificó a Badawi como un “hombre valiente y ejemplar”. El socialista alemán continuó su discurso calificando la condena a 1000 latigazos por “difamar al islam” de Badawi como una “brutal tortura”. El parlamentario exigió al rey saudita liberar inmediatamente al preso para que pueda acudir a recoger el premio.
En 2014, Badawi fue condenado a 1.000 latigazos, diez años de prisión, una elevadísima multa y una prohibición para viajar al extranjero. El motivo:proponer en su blog “Liberales Sauditas Libres” la separación entre el Estado y la religión, algo considerado como una “grave provocación” en el anacrónico reino saudita, un país rico por sus enormes existencias de petróleo, pero que vive sumergido en el más extremo atraso educativo. El premio, de 50.000 euros, se entregará el 16 de diciembre en Estrasburgo.
Para Alexander Graf Lambsdorff, miembro del Partido Democrático Liberal (FDP), diputado del Parlamento Europeo por Alemania y vicepresidente de la Cámara baja del Parlamento alemán desde 2014, “la libertad de expresión es tan necesaria como el aire para respirar. El compromiso mostrado por Badawi por este derecho básico, a pesar de los riesgos que corrió, debe servirnos de ejemplo”, continuó. Su condena desató protestas en todo el mundo y numerosos gobiernos occidentales instaron a la monaraquía a revocar la sentencia.
La esposa de Badawi, que vive con sus hijos en Canadá —debió exiliarse por las amenazas que recibió—, expresó su esperanza de que el premio ayude a liberar a su marido. “Espero que el premio lo anime. La última vez que hablé con él no estaba bien”. Junto con Badawi también eran finalistas la oposición democrática de Venezuela y el político opositor ruso Boris Nemtsov, asesinado en febrero.
Ilustres antecedentes. El Premio Sajarov es uno de los galardones más prestigiosos que entrega el Parlamento Europeo en reconocimiento de la defensa de los derechos humanos. Nombrado en honor del físico y disidente soviético Andre Sajarov, el galardón reconoce desde 1988 a las personas que lucharon de manera extraordinaria por los derechos fundamentales, la libertad de expresión y contra la opresión bajo regímenes opresivos, como el islámico saudita.
En 2013 se entregó a la adolescente paquistaní Malala Yousafzai, quien luchó por el derecho a la educación femenina en su país y sufrió un atentado de los talibanes en 2012. Posteriormente recibió también el Nobel de la Paz.
Algunos de los galardonados anteriores fueron Nelson Mandela en 1988, antes de llegar a ser el primer presidente negro de la República de Sudáfrica, o el activista político chino Hu Jia en 2008.