En la mañana de ayer hubo una recorrida por el Gigante de la dirigencia con todos los organismos de seguridad. Allí se coordinaron varios puntos y se acordó la realización del partido de reserva, a las 13.45.
En la mañana de ayer hubo una recorrida por el Gigante de la dirigencia con todos los organismos de seguridad. Allí se coordinaron varios puntos y se acordó la realización del partido de reserva, a las 13.45.
Tanto el cuerpo técnico como los dirigentes auriazules pretendían que la reserva juegue antes de la primera. Entendían que tanto para el plantel de Central como para el de Newell's iba a resultar positivo disputarlo ante un marco importante de gente. Pero no sólo eso, sino que era una buena manera de que los hinchas vayan con anterioridad al Gigante y vean fútbol.
"De nuestra parte pedimos que la reserva se juegue antes y quedamos todos de acuerdo", le dijo a Ovación Rubén Fernández, vice primero de Rosario Central, uno de los participantes de la reunión.
La mayor preocupación por parte de los encargados de la seguridad era el hecho de poder brindarles protección a los jugadores leprosos mientras se disputaba el encuentro preliminar. Es por eso que se acordó que una vez iniciado el choque principal, el equipo de Ricardo Lunari va a ser acompañado y retirado del estadio.