Organizaciones de mujeres, médicos y abogados que batallan por el acceso a tratamientos de infertilidad celebraron la iniciativa para que los hospitales públicos ofrezcan este servicio en forma gratuita. "Es muy positivo. Representa una esperanza para todos los que sufren complicaciones para tener un hijo en forma natural", consideraron sin medias tintas. Y no son pocos. Para dar una muestra de la demanda que puede tener el servicio una vez puesto en marcha, basta saber que sólo al Departamento de Reproducción Humana y Planificación Familiar del hospital Centenario llegan por semana unos 30 nuevos pacientes con problemas para concebir.
El ministro de Salud provincial, Miguel Cappiello, fue el encargado de anunciar la iniciativa. El funcionario destacó que el acceso a estas terapias "es un derecho de la ciudadanía y una práctica cada vez más requerida". El programa de asistencia reproductiva que, en principio se crearía en el Centenario, beneficiará a los afiliados a la obra social provincial (Iapos) y a las parejas sin cobertura social, que podrán acceder inicialmente a técnicas de baja complejidad (como la inseminación artificial). Después se sumarían técnicas de fecundación in vitro. En el sector privado, los primeros tratamientos cuestan entre tres y cinco mil pesos. Los segundos, unos 25 mil por intento.
La novedad, reflejada en la edición de La Capital del domingo pasado, se replicó rápidamente a través de las redes sociales, fundamentalmente a partir de las publicaciones de organizaciones que acumulan años exigiendo una ley nacional que considere a la infertilidad como una enfermedad y obligue a las obras sociales y a las prepagas a cubrir estas terapias y, al mismo tiempo, suman historias de largos préstamos y abultadas deudas para poder acceder a los tratamientos (ver aparte).
Cappiello, en tanto, volvió a referirse al proyecto. Sostuvo que el 30 por ciento de la población tiene dificultades para concebir y que los primeros tratamientos se ofrecerán en el Centenario "con un equipo que ya venía trabajando en el tema".
Además, aclaró que habrá límites en la edad de la mujer para someterse a los tratamientos que no se practican "por encima de los 42 años".
En los hospitales públicos, las consultas por problemas de fertilidad son frecuentes. Sólo en el departamento de Reproducción Humana y Planificación Familiar del Centenario reciben un promedio de 30 nuevos pacientes por semana.
La mitad de esas parejas están formadas por personas de 35 años o más y llevan un buen tiempo intentado tener un hijo. "Podemos diagnosticar los problemas y ofrecer algunas alternativas terapéuticas como la inducción de la ovulación o la cirugía de Trompas de Falopio para las mujeres y medicación si el problema es masculino. Pero no más", sostuvo el director del servicio, César Berta.
Para el ginecólogo, la posibilidad de contar con un programa de fertilización asistida "será un gran paso". Aunque pidió ser respetuoso de las expectativas que generan este tipo de iniciativas. "Los tratamientos de infertilidad no superan el 30 ó el 40 por ciento de efectividad en cada intento. Y eso se reduce conforme avanza la edad de la mujer. No es mismo una de 20 que otra de 39, en Japón, Buenos Aires o el Centenario, con un peso o con 100 millones en el bolsillo", explicó.
Por eso, el médico resaltó el valor de la consulta temprana. En el caso de una pareja joven se indica después de un año sin utilizar anticoncepción, pero ese tiempo debe ser menor si la pareja supera los 35 años o tiene antecedentes en patologías en alguno de sus integrantes.
Igualdad
Marcelo Di Santo es abogado y patrocinó varios recursos judiciales de afiliados al Iapos para que la obra social provincial costee tratamientos de infertilidad. En dos oportunidades tuvo respuesta favorable en juzgados de primera instancia, pero ambas fueron apeladas por el instituto. “Después de que los casos se hicieron públicos recibí cualquier cantidad de consultas de parejas. Lo que demuestra la necesidad de que el Estado afronte estos temas para también ponernos en consonancia con otras provincias que ya tienen legislación. Y que, finalmente, todos seamos iguales ante la ley”, señaló.
