Por inseguridad, la 35/9 verde cambió la punta de línea en Villa G. Gálvez

Los choferes de la línea 35/9 verde decidieron, con apoyo de la Unión Tranviarios Automotor, trasladar la punta de línea de Villa Gobernador Gálvez. Ahora, los colectivos terminarán su recorrido directamente frente al Comando Radioeléctrico de esa ciudad. El motivo: los constantes hechos de inseguridad, que ayer sumaron un nuevo episodio, cuando a un chofer que bajó a tomar un café al final del recorrido le asestaron una puñalada en el brazo.

Así lo hizo saber Néstor de Armas, delegado de la empresa, quien contó que a las 6 de la mañana de ayer, un colectivero que había cumplido el recorrido bajó de la unidad y fue abordado por un joven. "Como le dijo que tenía solamente 20 pesos para el café, el delincuente sacó un arma blanca y lo agredió. El compañero se defendió con el brazo, donde fue herido y le tuvieron que aplicar seis puntos de sutura. Por suerte está bien, pero esto no puede seguir así", afirmó el delegado.

El recorrido llegará hasta Mosconi al 1100, donde funciona el Comando Radioeléctrico, en vez de las cinco esquinas de Estrada y Laprida, adonde llegaba hasta ahora, afirmó de Armas. De este modo, la 35/9 Swift (como se la conoce) termina su recorrido varias cuadras antes de donde lo hacía.

"Cada vez que tenemos un problema prometen que van a poner un patrullero, te lo ponen una semana o dos y después quedamos a la deriva. Ahora buscamos un camino alternativo. No queremos volver más a la punta de línea anterior", dijo el dirigente.

Demasiados antecedentes. No es el primer episodio de violencia que se da en esa punta de línea. El 3 de septiembre de este año, los choferes decidieron restringir parcialmente el ingreso a la ciudad en reclamo por mayor seguridad, y amenazaron con endurecer su posición si no recibían una respuesta "concreta y satisfactoria" de llas autoridades políticas y policiales. Si bien el conflicto, que resintió considerablemente el servicio, duró apenas un día, pero fue suficiente para que los conductores hicieran oír sus reclamos.

En la ocasión, la medida se dictó por las situaciones de inseguridad que se venían registrando los últimos días, como la de un chfer al que le sacaron la ropa en la para del cementerio, u otro que fue golpeado al no poder robarle la caja de recaudación. Pero los antecedentes sobraban.

Y no pasó mucho tiempo para que el 9 de octubre otro colectivero fuera atacado a piedrazos y ladrillazos por tres jóvenes delincuentes, por lo que debió permanecer hospitalizado cinco días. El episodio ocurrió ese viernes en Libertador y Bomberos Voluntarios, cuando tres sujetos de entre 25 y 30 años comenzaron a apedrear el ómnibus, precisamente en los diez minutos en los que habitualmente quedan sin custodia policial.