El Instituto Provincial de Estadística y Censos (Ipec) informó ayer que en agosto, por cuarto mes consecutivo, la inflación en Santa Fe fue del 0,9 por ciento. Este porcentaje está en sintonía con las cifras del cuestionado Indec (también 0,9 por ciento), y lejos de los números informados por las otras provincias que aun publican el índice de precios al consumidor (más del 2 por ciento) y de los valores que divulga la oposición en el Congreso nacional (1,91 por ciento).
La estabilidad del índice de precios provincial en el 0,9 por ciento en el último cuatrimestre llegó después del escándalo desatado en torno a las cifras oficiales de la provincia, debido a que el Ipec no publicó durante dos meses el indicador de precios sin dar explicaciones. Desde el gobierno de Antonio Bonfatti rechazaron, en ese entonces, la existencia de un acuerdo o intervención de la Nación para bajar el IPC provincial, ya que los valores del Ipec apuntaban una vez más a más que duplicar los parámetros nacionales.
Con las cifras del último cuatrimestre, las estadísticas oficiales santafesinas comenzaron a alejarse del ritmo inflacionario en torno al 23 por ciento que registró el año pasado y que se poryectaba como piso para 2012. Si la línea del 0,9 por ciento mensual se repitiera para lo que resta del año, la inflación anual en Santa Fe cerraría cerca del 17 por ciento y no del 25 por ciento o más que se proyectan con las cifras oficiales otros distritos subnacionales y de consultoras privadas que informan sus datos a través de los legisladores de la oposición en el Congreso.
A diferencia del 0,9 por ciento en Santa Fe, la inflación de agosto en Neuquén fue 2,2 por ciento, en Tierra del Fuego 2,31 por ciento, en La Pampa 2,05 por ciento y en San Luis 1,8 por ciento. En tanto, el IPC-Congreso arrojó 1,91 por ciento.
El índice de precios al consumidor de la provincia Santa Fe tuvo una variación acumulada de 12,8 por ciento en los primeros ocho meses del año.
Desde 2007, cuando fue intervenido de facto del Indec, las estadísticas de inflación comenzaron a perder credibilidad y los índices elaborados por los organismos provinciales de estadística comenzaron a ser tomados como referencia. Desde fines del año pasado, varios Estados del interior dejaron de publicar cifras.
Esta semana, la titular del FMI, Christine Lagarde, advirtió que le sacará "tarjeta roja" a la Argentina si no reconstituía definitivamente el Indec. Este desquicio de la información pública abrió un interesante negocio a las consultoras privadas, un costo adicional para los empresarios y la pérdida de una herramienta de negociación para los trabajadores en paritarias.
De acuerdo al informe mensual, en agosto los bienes que representan un 69,28 por ciento de la canasta tuvieron una variación de 1,2 por ciento, mientras que los servicios, que representan el restante 30,72 por ciento, tuvieron una variación de 0,3 por ciento, con respecto al mes anterior.
En agosto se registró una variación con respecto al mes de julio de 1,3 por ciento en alimentos y bebidas; 0,3 por ciento en indumentaria; 0,3 por ciento en vivienda y servicios básicos; 0,6 por ciento en equipamiento y mantenimiento del hogar; 2,1 por ciento en atención médica y gastos para la salud; 0,8 por ciento en transporte y comunicaciones; -0,3 por ciento en esparcimiento; 0,9 por ciento en educación; y otros bienes y servicios, un 1,2 por ciento.
El índice provincial se compone de los precios relevados en los aglomerados Santa Fe y Rosario, que en el mes de agosto registraron aumentos de 1 por ciento y de 0,9 por ciento, respectivamente.
En cuanto a los bienes del aglomerado Rosario, que representan un 69,28 por ciento de la canasta, los mismos tuvieron en agosto una variación de 1,2 por ciento mientras que los servicios, que representan el restante 30,72 por ciento tuvieron una variación de 0,2 por ciento, con respecto al mes anterior.
Con respecto a los rubros, alimentos y bebidas experimentó una variación de 1,3 por ciento; indumentaria, 0,2 por ciento; vivienda y servicios básicos, 0,2 por ciento; equipamiento y mantenimiento del hogar, 0,7 por ciento; atención médica y gastos para la salud, 2,3 por ciento; transporte y comunicaciones, 0,6 por ciento; esparcimiento, -0,4 por ciento; educación, 0,9 por ciento; y otros bienes y servicios, 1,3 por ciento.