Profesores de danzas y expresión corporal piden que estas clases, al igual que otras expresiones artísticas como el teatro, tengan un lugar en la educación pública. Esto es: un cargo reconocido, que valore esta enseñanza como derecho a recibir una formación integral. Entre otras acciones, promueven un censo para saber cuántos graduados hay en la provincia en esta especialidad y en teatro, y la situación laboral que atraviesan.
La pelea por los cargos genuinos para las disciplinas artísticas —desde la música hasta las artes visuales, por citar algunas— es casi una marca histórica de la docencia. Porque si bien los discursos, planes, programas y hasta leyes educativas reconocen la importancia de impartir esta enseñanza, no siempre se concreta en el hacer.
Mariela Sánchez y Carolina Costanti pertenecen a un Colectivo de Egresados de Danzas y Expresión Hablan de la relevancia que tienen "los lenguajes artísticos dentro de la educación formal, como cualquier otra materia" y por esa misma razón piden que no se los subestimen en las currículas. Y para eso hacen falta cargos reales, no sólo talleres o bien horas cátedra como las ahora ofrecida para los espacios creados para las escuelas con jornada extendida.
Decisión política. "Es una decisión política asumir las ideas, llevarlas a la práctica administrativamente y volcarlas en los cargos", consideran las profesoras Sánchez y Costanti. Este Colectivo al que pertenecen lo integran educadores de danzas contemporánea, clásica, de folclore, de expresión corporal, y están en comunicación con los de teatro. Participan de jornadas, promueven una campaña de "apoyo para que haya danza en la educación pública" a la que se han sumado distintas personalidades, aprueban que exista una ley nacional de danzas y dan el debate para que la educación en las escuelas contemple estas formaciones para todos, "no sólo para lo que pueden pagarla".
También en esas acciones tienen ahora la meta de conocer cuántos graduados de los profesorados santafesinos (danzas, expresión y teatro) hay en la provincia y cuál es la situación laboral que tienen. Para esto crearon un página, donde se está realizando un censo. El primer corte será en julio que viene, pero la idea es dejar el espacio abierto para sumar a los nuevos graduados. Hay que ingresar al sitio censoegresados.wordpress.com
El relevamiento se propone "saber cuántos profesionales de estas artes son, ya que no existe en la provincia un padrón actualizado" y porque consideran que es una oportunidad" para hacer oír los reclamos en forma colectiva".
Llamativo. Un dato llamativo es saber que Santa Fe sostiene a través de sus Ministerios de Educación y de Innovación y Cultura profesorados que forman docentes, pero contradictoriamente luego no encuentran trabajo en el sistema educativo para el que se los preparó. "Denunciamos la incoherencia y estafa que significa para la comunidad la existencia de profesorados públicos de danza y teatro, que forman docentes que luego brindan sus servicios y saberes en la educación privada, porque es el Estado mismo el que no genera los espacios para que puedan ejercer la docencia en la educación pública", citan las profesoras de un documento sobre la historia de este Colectivo.
"Con la danza, con el teatro se pone a los chicos en un lugar de protagonismo, que es lo que permite en definitiva el arte (en todas sus manifestaciones). Algo diferente a la enseñanza más tradicional. La danza permite la exploración de la propia persona. Por tanto si queremos sujetos hacedores y protagonistas no podemos seguir negando estos espacios", expresan las educadoras para defender el lugar de estos lenguajes en las currículas y en la vida cotidiana de las aulas.
Repasan que con estas expresiones se pone en juego el cuerpo, la subjetividad, aspectos esenciales para pensar en una formación integral; y sobre todo como herramientas para "aportar a la convivencia, prevenir la violencia", relacionarse con los otros, y hasta pensar las cuestiones de género. Sostienen que es esencial que estos lenguajes se incorporen desde temprano, desde el nivel inicial y la escuela primaria. "Si se incluye esta expresión en la educación pública, garantizamos el acceso a todos los chicos a estos lenguajes", insisten y subrayan sobre la necesidad de superar tabúes en la escuela que se resisten a «incluir un cuerpo sensible y subjetivo en las aulas»".
Cargos, no horas. Con la decisión de la provincia de implementar la jornada extendida en las escuelas se abrió una posibilidad concreta para estas disciplinas. De hecho están contemplados espacios de danza y teatro, por ejemplo. "Pero no están los cargos, sino que son horas cátedra", explica Mariela Sánchez, quien participa de la experiencia de extensión horaria en la Escuela Nº 756. Igual y más allá de las escuelas con esta ampliación horaria, las profesoras que integran este Colectivo consideran que todas las primarias debieran tener la misma oportunidad y contar con clases de danzas.
Las educadoras han tenido encuentros con distintos funcionarios de Educación de la provincia para formalizar estos pedidos. La primera respuesta que han encontrado casi invariablemente es que "no hay profesores para cubrir todos los cargos, en caso de abrirse la enseñanza de esta disciplina en todas las escuelas" y por eso no se crean. "Como si en algún momento se abrieran juntos y al mismo tiempo", se interrogan desconcertadas sobre esa respuesta repetida.
Concretar en los hechos lo que ya está en los discursos es el reto que tienen ahora estos docentes, porque, como sostienen, es necesario superar "el lugar de distensión, de recreación con que suele subestimarse a la danza, a la expresión y al teatro y valorarlos como verdaderos espacios de aprendizaje".