Sorprende, siempre sorprende. Pettinato llegó a la tele con la misión de no ser
más de lo mismo. Y aunque difunda una falsa imagen suya, pelado y tatuado, para parecer Tinelli, es
un juego. El juego es su esencia. Se percibe en cada respuesta que le da a este diario a poco de su
retorno a la TV con "Un mundo perfecto", que irá desde mañana y de lunes a viernes, a las 23.30,
por América. Juega como un chico e ironiza como un grande: "No me parezco en casi nada al otro
Pettinato. En Sumo no acostumbraba a lidiar con enanitos, autitos, panelistas y el tal o cual
tamaño de culo de personajes efímeros".
—¿Qué te motivó a volver a la televisión en las medianoches?
—Las ganas de volver a hacer lo que siempre quise: un late night show de
medianoche. El único que me lo propuso fue Gastón Portal, espero que no haya sido para que firme y
chau (risas).
—¿Por qué elegiste difundir tu imagen pelado y tatuado, en evidente alusión al nuevo
look de Marcelo Tinelli?
—Porque tenía miedo que a la gente de clase media alta y altísima, después
de comprarse una última 4X4 o ir a cenar a José Ignacio, se les metiera la idea de que lo que hizo
Tinelli era algo copado e inteligente, como ahora que también sale a hablar de la seguridad para
competir con Susana y ver si le sale alguna frase que todos los diarios levanten!!, ja...bueno, por
suerte logré que la gente se diera cuenta y ¡sólo se hicieran el tatuaje de De Narváez!
—"Un mundo perfecto" es una ironía al mundo de la televisión?
—Hay momentos en que uno vive en un mundo perfecto, claro que sí. Es el
mundo de los corruptos, los buenos, los reventados, las chicas lindas, los buenos vinos y una
casita junto al mar, o que tus hijos te quieran después de darles poca pelota.
—¿Qué le falta a la tevé y qué podés aportar a esta programación llena de
carencias?
—A la tele le falta incluir al interior del país de una bendita vez.
¿Sabés que acá ni siquiera se cuenta con el rating de las provincias? No entiendo y no lo entenderé
jamás. Me encantaría hacer un programa completamente nacional como si lo hiciera Perón y Evita, y
bueno...y Vila.
—¿Qué diferencias tiene este envío con "Duro de acostar" y "Orsai a la
medianoche"?
—Creo que va a ser una mezcla perfecta de los dos programas. Por suerte
espero hacerlo. Tantas veces dejé los proyectos en manos de las productoras que me los arruinaron.
Espero ahora tener mis riendas y que, por el amor de Dios, ¡alguien labure para mí!
—¿"Indomables" te aburrió o lo volverías a hacer?
—Al contrario, "Indomables" no me aburría. Era cuando en América eramos
todos felices y de pronto me dejaron afuera sin comerla ni beberla. Hay algo gracioso: siempre se
dice: "tal canal no se sabe quiénes son los dueños". Acá por lo menos le conocí la cara a Daniel
Vila y me juró que me llevaría de caza algún día. Le dije que me daba pena disparar a los animales,
así que sólo les lanzaría granadas.
—Sos capaz de reemplazar a Sofovich, de hacer un ciclo de entretenimientos para
cantantes novatos, y de encabezar un late night show en televisión. ¿Esto te convierte en un tipo
versátil o alguien que no encontró un lugar definido en la conducción?
—Bueno, si hiciera una sola cosa ¡sería un idiota! y tendría que esperar a
que vuelvan las pelotitas del bolillero para hacer otro programa. En mi caso no es versatilidad, es
ser un tipo que se copa con todo lo que hace hasta que comienzan a denigrárselo todo. Por eso ahora
estoy feliz, ¡estoy feliz de volver a América! Como digo siempre, soy un rey en una pequeña
comarca.
—¿Este Pettinato, que está a punto de debutar en un nuevo ciclo a la medianoche, en
qué se parece de aquel Pettinato que tocaba el saxo en Sumo?
—¿Este Pettinato? En casi nada. Al otro Pettinato en casi todo. Quiero
decir, en Sumo no acostumbraba a lidiar con enanitos, autitos, panelistas y el tal o cual tamaño de
culo de personajes efímeros.