Y un día Pettinato fue el conductor de "CQC". Parece una rara avis dentro de la tevé, pero Petti lo hizo, y "CQC" también. El mérito de los dos primeros programas, y que parece mantenerse en el ciclo, fue la convivencia de los dos monstruos.
Y un día Pettinato fue el conductor de "CQC". Parece una rara avis dentro de la tevé, pero Petti lo hizo, y "CQC" también. El mérito de los dos primeros programas, y que parece mantenerse en el ciclo, fue la convivencia de los dos monstruos.
Porque Pettinato se integró dentro del formato "CQC" y a la vez "CQC" lo absorbió al conductor estrella, sin que éste pierda un ápice de su impronta y desparpajo.
Quizá fue llamativo lo prolijamente guionado que están los programas, sobre todo el del debut. Es que era un momento clave, en el que la novedad de la llegada de Roberto Pettinato se sumaba con la pregunta: ¿podrá él también ser un hombre de anteojos oscuros? Y vaya si puede.
Junto a dos laderos muy disciplinados en la estructura de "Caiga quien Caiga", como lo son Clemente Cancela y Diego Iglesias, todo va sobre rieles.
Sobre todo porque este trío remite de inmediato al trío original. Porque Clemente tiene mucho de la chispa y la improvisación de Eduardo de la Puente; Iglesias tiene el modo sobrio y efectivo (aunque no evidencia la misma lucidez) de Juan Di Natale y, claro, Petti tiene tanta entidad y peso específico como el mismísimo mentor del envío, Mario Pergolini.
Por eso, a manera de irreverencia desafiante, y por qué no un homenaje, Petti se animó a cambiar en vivo la estatua de Mario por la suya. Una forma también de marcar territorio.
Con la producción general de Diego Guebel, "CQC" sigue siendo un programa atractivo por sus informes, en los que se sazona la denuncia con el humor que incomoda a la clase política y a los empresarios poderosos.
"Este es el programa que se ríe de los que se ríen de vos", tiró Petti a manera de nuevo leit motiv del ciclo.
Y esta combinación atractiva y seductora para el televidente se pudo observar en el informe de Gonzalo Rodríguez en el Vaticano en la asunción del Papa Francisco, que hasta dijo "que gane San Lorenzo", y en la participación de Martina Soto Pose, quien demostró cómo les cuesta decir "inflación" a los diputados kirchneristas.
Gonzalito también se lució el martes, en un informe sobre las nocivas fumigaciones en la localidad bonaerense de Alberti, en el marco de su clásico bloque "Proteste ya".
"Los top five de la televisión argentina", otro clásico del ciclo de periodismo humorístico, se reemplazó por cinco máximas de Pettinato, muy al estilo de "Duro de domar" y "Un mundo perfecto", con su marca irónica indiscutible.
Una nueva etapa de "CQC", con un formato que, en medio de la crispación política y en la previa de las elecciones, sigue siendo rendidor.
Y que, como frutilla de postre, suma a un conductor de alta gama como Pettinato, que por momentos amaga con irse por colectora, pero hasta ahora sigue la ruta "CQC".
Resta dilucidar si la frecuencia diaria no terminará saturando al televidente y si el programa podrá mantener el nivel de producción habitual. El tiempo, la gente y "CQC" tienen la respuesta.