Pese al avance de los controles, los números no cambian. Las inspecciones del Ministerio de Trabajo santafesino a las obras en construcción de Rosario siguen arrojando altísimos indicadores de riesgo: el segundo informe que dio a conocer la provincia reveló que el 80 por ciento de las edificaciones registraron irregularidades en la protección contra caídas, fallas eléctricas o falta de uso de elementos de protección. A raíz de ese alto porcentaje, que mantiene la aguja en los valores el primer relevamiento, ayer comenzaron a discutirse nuevas estrategias en la mesa que integra al sindicato y empresarios de la construcción.
El informe contiene datos de las obras recorridas por inspectores de la provincia y delegados del gremio desde el 23 de mayo, cuando comenzó el operativo, hasta el 23 de julio pasado. En total fueron visitadas 483 construcciones del macrocentro pero sólo se inspeccionaron 295 porque el resto estaban abandonadas o cerradas. El 80,45 de las registradas, es decir 236 edificaciones, sufrieron suspensiones parciales por incurrir en riesgos para la salud de los trabajadores.
Es un porcentaje levemente superior al del primer reporte, que sólo contenía los datos de mayo a mediados de junio, cuando se detectaron infracciones en el 78 por ciento de los obradores. Un dato que se conoce por primera vez es el nivel de trabajo informal detectado en el rubro: de los 2.499 trabajadores involucrados, 270 no estaban registrados. Es decir que el 14,22 por ciento del total estaba en negro. Tras los controles fue regularizada la situación de 65 de ellos, lo que atenúa las sanciones a los empleadores.
No obstante, ese indicador no es definitivo. Es que ante una sospecha de trabajo en negro se cita al empleador para que presente documentación que acredite el vínculo laboral. Y ese trámite no está cerrado. Es que 114 empleadores aún no concurrieron a las audiencias de verificación. Es decir que no está clarificada la situación de 600 trabajadores.
"Esta lucha debe ser permanente y sistemática. Tiene un efecto preventivo, pero además es necesaria una concientización. El Estado no puede actuar exclusivamente sobre la base de la inspección porque sería un Estado policíaco. Es una responsabilidad fundamental de los empresarios cuidar que el emprendimiento cumpla con las normas de seguridad", dijo el ministro de Trabajo, Julio Genesini, durante la presentación de los datos en la sede local de Gobernación.
Los números fueron discutidos luego por la comisión tripartita que integran la cartera laboral, la Cámara de la Construcción y la Unión Obrera de la Construcción (Uocra). Con los resultados en la mesa, la provincia redobló la apuesta y propuso nuevas acciones conjuntas para encarar la inseguridad laboral, que se mide en vidas de los trabajadores. En 2011 murieron diez albañiles en obras en altura y cloacales. Este año fallecieron tres..
Una propuesta clave que se discutió ayer es la conformación de los comités de salud y seguridad laboral en las obras con más de 50 empleados. O la designación de delegados de prevención en aquellas con un plantel más chico. La integración de los comités es obligatoria en la provincia desde la sanción, en 2008, de la ley 12.913 que pautó la creación de esos ámbitos paritarios en empresas públicas y privadas.
Otra línea de acción en debate consiste en profundizar la formación de los capataces y los mandos medios, quienes tienen injerencia sobre el uso de elementos de seguridad como cascos y arneses. Por último, se discutió la elaboración de materiales informativos para alertar en las obras sobre los riesgos más repetidos: eléctrico, de caída y falta de protección.
De las casi 300 obras visitadas, el 65 por ciento presentó fallas en la contención contra caídas al vacío (huecos de ascensor, aberturas, escaleras y andamios). El 60 por ciento registró fallas eléctricas. Y en el 54 por ciento se detectó la falta de uso de protección ocular, casco, arnés, calzado de seguridad o guantes. Otro dato llamativo es que el 41,02 por ciento no contaba con un responsable de Higiene y Seguridad. Otro tanto no tenía cartel de obra y un porcentaje similar tenía zonas con deficiente demarcación.