Ollanta Humala logró el 51,48% de los votos en el ballottage presidencial disputado el domingo en el Perú. Con el escrutinio oficial en el 92,2% de los sufragios, la derechista Keiko Fujimori sumaba 48,45%, unos 424 mil votos menos que Humala. Perú dedicó el lunes poselectoral a interrogarse sobre las causas de este resultado y las posibles consecuencias que traerá la presidencia de Humala. Mientras, los mercados limeños cauyeron a pique (ver aparte).
Las causas del triunfo de Humala que enumeraban ayer los analistas y los medios sumaban el voto de los sectores excluidos, la moderación de Humala en la última fase de la contienda, la falta de credenciales democráticas de su rival, la reacción a la “guerra” mediática en contra del militar de parte del establishment limeño, y la decisiva captación del centro electoral por el ganador.
Cambio de programa. Para el enviado de la agencia DPA Gonzalo Ruiz Tovar, “Humala se vistió de moderación para la segunda vuelta. Dejó atrás las propuestas radicales contenidas en su voluminoso plan de gobierno, y, con el argumento de que los votantes dijeron en la primera vuelta que quieren gradualismo, elaboró propuestas más cercanas a la socialdemocracia y abandonó los planteamientos duros”. Ese viraje no fue fácil, pues muchos recordaron su campaña de 2006 (cuando perdió el ballottage ante Alan García) como aliado de Hugo Chávez, cuando hacía campaña con una camisa roja. Ahora, en cambio, apareció rodeado de asesores brasileños y tomó como paradigma a Lula Da Silva. “Muchos empezaron a ver en Humala a la izquierda moderna”, agrega Ruiz Tovar.
También hubo aciertos y errores en ambas campañas que explican en parte ese decisivo 3,5% de diferencia con que venció Humala. Este fue el filón del análisis de los directivos de consultoras y encuestadoras. “La campaña de Humala fue más emocionante. A la de Fujimori le faltó sentimiento”, anotó el experto en opinión pública Manuel Torrado, de la agencia Datum. Para Alfredo Torres, presidente de Ipsos-Apoyo, la estrategia final de campaña de Humala fue superior, así como su acto de cierre. Dijo que también influyó la denuncia sobre las esterilizaciones forzadas durante el régimen fujimorista.
Otro factor a favor del ganador fue la brutal campaña que montó en su contra el fujimorismo, recurriendo a medios ilícitos como páginas web falsas y llamadas telefónicas denigratorias. Eso actuó finalmente como un boomerang, apuntaban ayer los analistas peruanos.
Los diarios. Los columnistas de los principales diarios de Lima también aportaron su visión del resultado. En el humalista La República, el columnista Augusto Alvarez Rodrich criticó con acidez al “sector empresarial que siguió pasando avisos pro-Keiko casi hasta anteayer, al cardenal Juan Luis Cipriani, quien en estos meses dejó de ser purpurado y se volvió anaranjado (el color que identifica a Keiko Fujimori) y un amplio grupo de medios que optó por asesinar a la verdad para favorecer sus intereses aun a costa de demoler su reputación periodística”. Pasadas estas facturas, Alvarez Rodrich considera que Humala venció porque “nunca se salió del argumento básico de presentarse como la mejor opción para el «Perú pobre», aun con la introducción de cambios relevantes en el malísimo programa inicial; y, también, no perder la paciencia ante la campaña de demolición”, que debió soportar.
Pedro Salinas, en el fujimorista Perú 21, advierte que “a diferencia de mandatarios anteriores, Humala no tendrá luna de miel, ni tregua, ni asueto, ni algo que se le parezca” y que “de sus acciones y gestos, y del entorno del que se rodee, dependerá la preservación de la democracia o su resquebrajamiento; la continuación del crecimiento económico o la paralización de la inversión; el desarrollo de las libertades o el retorno del miedo y la entronización de la desconfianza”. En El Comercio de Lima, el diario conservador más importante del país, el columnista Sebastián Ortiz Martínez rescató el cambio de imagen de Humala, que “no sólo logró calar en el Perú profundo, los pueblos del interior que no han visto los resultados de la prosperidad económica de los últimos diez años, sino también en parte de los sectores A/B”, los más ricos.
Los Vargas Llosa. Mario Vargas Llosa (MVLL, como lo conocen en el Perú), quien fue la punta de lanza de los intelectuales que apoyaron a Humala, llamó ayer a “cicatrizar heridas y reconciliar a la familia peruana”. Su hijo, el también liberal Alvaro Vargas Llosa. celebró el triunfo de Humala: “Lo que se ha logrado es una gran hazaña. Hace cuatro semanas las fuerzas democráticas parecían arrinconadas por la mafia, pero gracias a la hazaña de estas mismas fuerzas, de los jóvenes que demostraron que hay una reserva moral, los intelectuales y algunos políticos, se venció el miedo”, dijo el ensayista, que como su padre rompió con el centroderecha peruanom, que apostó todas sus fichas a Keiko Fujimori.
Reconocimiento y beso. La ya ex candidata reconoció finalmente el triunfo de su rival. “Los resultados oficiales de la Onpe (el organismo electoral) dan como ganador al señor Ollanta Humala. Reconozco su triunfo”, dijo Keiko con el 91% del voto escrutado. Horas más tarde, la legisladora de 36 años visitó a su vencedor, a quien dio un beso en la mejilla y un apretón de manos.
Felicitaciones. Entre la oleada de felicitaciones extranjeras destacaron las provenientes de los mandatarios “bolivarianos”, así como las de la izquierda moderada. Hugo Chávez, el nicaragüense Daniel Ortega, el ecuatoriano Rafael Correa y el boliviano Evo Morales llenaron de elogios a Humala, pese a que este ganó en gran medida por haberse alejado del eje bolivariano que ellos conforman. Las presidentas Dilma Rousseff, de Brasil, y Cristina Fernández de Kirchner, de Argentina, llamaron por teléfono al ganador para felicitarlo. Humala le recordó a la presidenta argentina la “gran relación” que mantenía con el fallecido Néstor Kirchner y destacó la actuación que tuvo el ex presidente al frente de la Unasur.
Debacle bursátil
La bolsa peruana vivió ayer una jornada negra. Su índice general cerró con una caída del 12,5%, la mayor en su historia, tras haber suspendido dos veces las operaciones y acortado la jornada en medio de una verdadera debacle de precios de las empresas mineras. En Wall Street, el fondo de acciones peruanas iShares perdió un 13,78%. El analista Daniel Romero explicó que al inicio de la jornada y antes de la suspensión, la mayoría de las empresas ya mostraban caídas, incluso superiores al 15%. “Luego de retomarse las operaciones a las 11, 42 empresas registraron caídas de entre 10 y 25%, y entre ellas figuran empresas ligadas al sector minero, industriales, construcción y financieras”, precisó el especialista.