"Queremos apostar por el cine de género, nos gusta, es complicado hacerlo, pero no es imposible". Jessica Aran transmite con determinación sus planes para sacar adelante el corto "Proyecto Abaddon", con el que intenta hacerle un lugar a la ciencia ficción en Rosario.
"Proyecto Abaddon" ya pasó con éxito una primera prueba. Fue preseleccionado para la convocatoria 2013 del Programa Espacio Santafesino del Ministerio de Innovación y Cultura de la provincia. La película completa la terna de la categoría cortometraje digital junto a las propuestas, también preseleccionadas, "Ruperto", de Maximiliano Arana, y "99", de Ana Julia Manaker, los tres correspondientes a la Región Rosario. El 30 de octubre próximo se conocerá al ganador junto a los seleccionados en las otras dos categorías, unitario de televisión y fonográfico regional. También se presentó a un concurso de subsidios para proyectos audiovisuales de la Municipalidad y a otro de becas grupales del Fondo Nacional de las Artes.
La singularidad de este proyecto -que ya tiene el plan de rodaje terminado y que ahora aspira a acceder a la financiación para comenzar la filmación a principios de 2014- radica en que se trata de una historia desarrollada en el contexto de un género excepcional en la producción audiovisual rosarina que narra el destino de una nave interestelar a la deriva, con una mezcla de thriller y drama humano.
El elenco está integrado por Walter Cornas, protagonista de "20.000 besos", película de Sebastián de Caro, actualmente en cartel; Iván Espeche, que actúa en "Parque Lezama", la obra de teatro que dirige Juan José Campanella y que protagonizan Luis Brandoni y Eduardo Blanco, y lo completa el rosarino Cristian Arroyo.
El protagonista del corto -que el equipo empezó a desarrollar hace un año y medio- es Facundo Aguilar, piloto del transbordador espacial Cóndor. El astronauta decide matar la tripulación después de comprobar que todos están contaminados con un organismo alienígena. Pero además queda a la deriva, sin combustible, con visiones y conversaciones con sus compañeros muertos, sin certeza de regresar a la Tierra y con la culpa de haber matado.
"El corto en realidad es un drama humano, igual que «Gravedad» (el filme en cartel, de Alfonso Cuarón, con Sandra Bullock y George Clooney). Lo que tenemos es la ciencia ficción para tomar la historia desde otro lado. Podría ser un pescador en el Paraná que mató a sus compañeros pescadores, lo picó una serpiente, está un bote, se está por morir y en esas circunstancias tiene visiones y culpa por lo que hizo. Podría ser eso, pero nosotros nos jugamos mucho a nivel estético y queremos tener una imagen que impacte. Creo que el género en realidad fue una excusa para laburar un drama", afirmó Aran.
A pesar de la complejidad técnica que requerirá un proyecto de este género, el equipo sigue adelante, convencido de que quiere dar un salto cualitativo en la realización audiovisual hecha en la ciudad. "La opinión dentro del equipo es que nosotros queremos apostar por el cine de género, nos gusta, es complicado hacerlo, pero no es imposible", dijo.
Además, los planes son a largo plazo. "Tenemos la gente, los recursos, el guión está bueno, es sólido y lo trabajamos mucho en temas psicológicos complejos", apuntó. "A nosotros por ahí nos resulta medio bajón que nos guste el cine de género pero no poder laburarlo", confesó la directora. Por esa razón, dijo, "con esta experiencia buscamos que se vea que hay público", aunque con el resultado de que "hoy por hoy, el que quiere ver algo de ciencia ficción, tiene que consumir lo de afuera porque local no hay".
Además, añadió, en Rosario hay "público y talento" al punto que "muchos de los chicos que laburan en el proyecto están laburando para Estados Unidos y para Europa", aseguró Aran. "Talento hay, público hay, recursos hay, entonces ¿por qué no vamos a hacer ciencia ficción?", concluyó.