La Asociación Empresaria de Rosario (AER) elevará la semana próxima una nota al Concejo
Municipal en la que propondrá cobrar una tasa general de inmuebles (TGI) más cara a los titulares
de locales actualmente en estado ocioso por el elevado costo de sus alquileres. El objetivo de
la iniciativa es reimpulsar el mercado inmobiliario y evitar la “desertización” de
puntos clave de la ciudad.
“Pediremos que evalúen la posibilidad de cobrar una sobretasa a
todos los comercios desocupados de la ciudad”, sintetizó a La Capital el presidente de la
AER, Elías Soso, quien aseguró haber discutido la propuesta con varios de sus pares. Por eso
destacó: “En el fondo, incluso los que son propietarios, nadie quiere la desertización de
locales”.
Soso ya había activado la alarma frente a grandes superficies
comerciales ubicadas en las peatonales Córdoba y San Martín que actualmente están vacías. Y, sobre
todo, por el riesgo de que pasen años desocupadas.
“Estamos defendiendo los intereses de la ciudad y queremos frenar
el deterioro que le están causando a la sociedad”, advirtió Soso acerca de la propuesta aún
en preparación.
Es que, a su entender, además del cobro de la TGI “un local
alquilado implica el pago del derecho de registro e inspección (Drei) al municipio y de ingresos
brutos a la provincia”.
Para el dirigente, el objetivo es doble: racionalizar los altos
alquileres (“40 ó 50 mil pesos, en algunos casos”) para que los inquilinos los puedan
pagar y, al mismo tiempo, garantizar “las personalidades” del centro y los barrios
rosarinos. “Que no se repita el estado de abandono registrado en calle Santa Fe”,
ejemplificó.
Si bien la apuesta es “reimpulsar el negocio inmobiliario”,
Soso insistió en que el reclamo del cobro de la sobretasa (cuyo alcance todavía es debatido por la
AER) debe apuntar a “aquellos que se encaprichan en alquilar buscando a cambio algo que, en
la actualidad, el mercado no les puede dar”.
Al respecto, las inmobiliarias parecen confiar en que la reactivación
del primer semestre de 2010, y el consiguiente efecto ascendente en la actividad comercial,
desemboque en una ocupación plena de los locales en las peatonales, considerados estratégicos.
A fin de sustentar su iniciativa, Soso tomó como caso testigo un sondeo
a comerciantes del Paseo del Siglo.
Fue entonces cuando el dirigente advirtió que, “pese a estar
vendiendo bien, con el aumento de los alquileres la rentabilidad cae, algo que también termina
impactando a nivel inflacionario (precios)”.
Retrucó, de ese modo, el argumento de las inmobiliarias a la hora de
justificar los precios solicitados por los alquileres de locales: que son coherentes con la
facturación de los negocios.
Si bien el empresario no lo mencionó, en Rosario los propietarios de
terrenos baldíos vienen pagando una sobretasa dispuesta por el municipio para persuadirlos a que
construyan y no dejen espacios ociosos.