La exclusión de 150 medicamentos de la cobertura del ciento por ciento y la caída del ascensor en el policlínico Pami II puso en la última semana a la obra social de los jubilados y pensionados una vez más en el ojo de la tormenta. Y no terminó allí. La directora de la Unidad de Gestión Local (UGL) IX, Milva Sánchez, más allá de la situación edilicia, apuntó fundamentalmente "a las falencias" que corregir en las prestaciones médicas y, entre las irregularidades detectadas de la gestión anterior, señaló que "desde hacía más de un año que el Pami Rosario no estaba llevando adelante auditorías médicas en los sanatorios" donde la obra social contrata servicios para sus afiliados.
Sobre la coyuntura edilicia, aseguró que "está en marcha un plan de contingencia" para los policlínicos Pami I y II, además de un proyecto a largo plazo para hacer una reforma global en ambos efectores que dependen directamente del nivel central.
Las mejoras en las prestaciones médicas son el principal reclamo que plantean los afiliados a la obra social y así lo expresaron a través de un relevamiento en el consejo participativo que se llevó adelante con los centros de jubilados apenas iniciada la nueva gestión.
Sin control. Para la nueva directora, las falencias en la atención se explican por "la falta de auditorías médicas regulares en los sanatorios" desde hace más de un año, es decir no había control".
Según dijo, "esa es una herramienta fundamental que debe realizarse todos los días, o semanalmente, y que se puso en marcha nuevamente a partir de la nueva administración". Sánchez consideró que las auditorías "son más que necesarias teniendo en cuenta que se trata de una población muy vulnerable, sobre la que muchas veces hay abusos, y es justamente a través de esa supervisión que se puede evitar que los pacientes estén yendo de un lado a otro".
Además del restablecimiento de los controles, anticipó que de cara al invierno y al pico de demanda están trabajando en la idea de poner médicos propios de Pami en los sanatorios.
"La idea es que atiendan la situaciçon ocasional cuando el médico de cabecera no está presente, para dar una respuesta al afiliado", detalló.
Policlínicos. La caída del ascensor en el Policlínico Pami II, que no es la primera vez que se produce, mostró una vez más las serias deficiencias edilicias de ambos efectores que si bien son propios de la obra social, dependen administrativamente del Pami central.
"El relevamiento mostró falencias de todo tipo desde los ascensores hasta grupos electrógenos que no están en condiciones", planteó la directora.
En el caso puntual del centro asistencial de Sarmiento al 300, los arreglos de los ascensores estarán terminados para este sábado. Mientras tanto, se estableció un circuito de derivaciones en otros centros de salud para las internaciones indicadas en estos días.
Más allá de la situación puntual, indicó que un grupo de profesionales especializados en arquitectura hospitalaria "ya hizo un relevamiento y trabaja en la elaboración de un plan de contingencia" para solucionar lo que no puede esperar.
A nuevo. A largo plazo, "el compromiso" de la administración central y así lo habría planteado el propio presidente del Pami, Carlos Regazzoni, es llevar adelante una reforma global en los dos policlínicos de Rosario con una inversión de varios millones de dólares.
"El proyecto que se está trabajando, es una fuerte inversión y sólo resta tener la viabilidad por parte del municipio, ya que los terrenos no son propios de la obra social en el caso del Pami II, en la zona norte", detalló Sánchez.
Bajo impacto
La directora del Pami, Milva Sánchez, buscó cerrar la polémica por la exclusión de 150 medicamentos de la cobertura al ciento por ciento. “Las enfermedades crónicas siguen cubiertas en su totalidad; las prevalentes también se mantienen al ciento por ciento”, planteó, e indicó a los afiliados “consultar el tema con su médico de cabecera”.
