Padres de varios de los 43 jóvenes desaparecidos desde hace 34 días en México, y alumnos que vivieron esa noche de violencia, decepcionados por la reunión con el presidente Enrique Peña Nieto, convocaron a recorrer el país "en una caravana civil y pacífica" para exigir justicia a instituciones estatales que consideran "rebasadas" por el crimen organizado.
"Las instituciones se han visto rebasadas, los tejidos están rotos, la delincuencia está por todas partes en todos los niveles de gobierno, no podemos seguir así, tenemos muertos, mutilados", dijo Omar García, uno de los estudiantes que vivió la noche de violencia del 26 de septiembre pasado en Iguala, estado de Guerrero, en la que murieron seis personas por el accionar policial con grupos de narcotraficantes y 43 fueron secuestrados y desaparecidos.
El joven anunció que en los próximas semanas los alumnos de la Escuela Normal de Ayotzinapa, a la que pertenecen los estudiantes desaparecidos a manos de policías y criminales, recorrerán "el país en una caravana civil y pacífica para que podamos poner a debate este problema".
Emiliano Navarrete, padre de José Angel, uno de los jóvenes secuestrados, dijo estar decepcionado de la reunión de casi seis horas que sostuvieron con Peña Nieto y subrayó que esperaba "más": un mensaje de esperanza, mayor eficacia en la búsqueda, resultados "más rápidos". "Estoy igual, como al principio", lamentó Navarrete, e hizo hincapié en que no fue al encuentro con el presidente a "pedir un favor" o una "limosna", sino a "exigir justicia, porque fueron personas del gobierno quienes cometieron el atropello contra nuestros hijos indefensos", dijo. Felipe de la Cruz, vocero de los familiares, también señaló, citado por la agencia Ansa, que "esperábamos un poco más en los avances de las investigaciones o algo que nos dijera que estamos cerca de encontrar a los muchachos, pero fue más de lo mismo".
De la Cruz apuntó que mientras no haya resultados por parte de los forenses argentinos que trabajan en el caso que conmueve al país, "todo lo que las autoridades den a conocer es falso".
Por su parte, el padre de otro joven estudiante, Epifanio Alvarez confesó que estaban "muy desesperados" después de "33 días de sufrimiento", y llegó a decir que "parece que se están burlando de nosotros".
Por su parte, el joven García dijo que el gobierno "ha dejado crecer ese problema, ha hecho la vista gorda", por eso hizo un "llamado a la comunidad estudiantil, a las organizaciones sociales a que se sumen a este movimiento", que exige el retorno con vida de sus compañeros.
Los familiares y estudiantes de la Normal están convencidos de que están vivos y que el gobierno mexicano no ha hecho los esfuerzos suficientes para encontrarlos.
"Hemos levantado la mano contra el Estado mexicano, pero al hacerlo también es contra la delincuencia organizada", apuntó García, y añadió: "en adelante no vamos a estar seguros porque cuando el movimiento se apague cuando aparezcan nuestros compañeros" nadie "nos va a amparar" contra los grupos criminales.
Sin embargo, apuntó, "la sociedad entera tiene que saber que hemos tenido muchos conflictos en el estado", que las escuelas rurales han sido "abandonadas" y sus estudiantes estigmatizados, y destacó que seguirán luchando hasta que sus derechos sean respetados.
Sobre esa noche del 26 de septiembre en Iguala, en la que murieron seis personas, narró que a uno de sus compañeros, Julio César Mondragón, lo apartaron unos 150 metros del lugar y le retiraron la piel del rostro, porque "cuando lo sometieron él tuvo la valentía de escupirle en la cara al agresor".
También dijo que esa noche el Ejército tardó mucho tiempo en llegar, a pesar de que sus instalaciones están a sólo "cinco minutos", y cuando apareció trató con "lujo de violencia" a un grupo de estudiantes que había logrado escapar, incluso a uno de ellos que estaba gravemente herido.
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Cinco muertos en un auto abandonado en un barrio de Río
Los cadáveres de cinco hombres fueron descubiertos ayer por la policía dentro de un auto abandonado en un barrio pobre de la ciudad brasileña de Río de Janeiro, se informó ayer. Al menos uno de ellos había sido decapitado.
La policía informó en un correo electrónico que investigan la aparente venganza de un grupo de narcotraficantes contra los integrantes de otra pandilla por la muerte de un chico de 17 años ocurrida en la misma zona a principios de la semana.
En una caja de pizza que se encontró dentro del auto había un mensaje escrito: "Vida por vida'' y "Mataron a un inocente".
El descubrimiento de ayer se suma al aumento en la violencia en los ya de por sí agitados barrios pobres de Río de Janeiro.
Los ataques entre pandillas, así como contra la policía, han aumentado mientras la autoridad trata de crear puestos permanentes de vigilancia en muchos barrios humildes de Río de Janeiro, de cara a los Juegos Olímpicos de 2016.