Egipto tuvo ayer otro baño de sangre: las protestas de los islamistas, que en algunos casos portaban armas, y la consiguiente represión policial dejaron un saldo parcial de al menos100 muertos en todo el país. Fue una masacre anunciada: el "Día de la ira" convocado por los islamistas seguidores del depuesto presidente Mohamed Mursi para repudiar la anterior matanza del miércoles, cuando hubo más de 600 muertos, no presagiaba nada bueno. Estos temores se cumplieron, y anoche seguían la tensión y los focos de violencia en todo el país. Egipto está bajo estado de sitio, el que es desafiado por los islamistas.
El eco de las armas automáticas resonó ayer en El Cairo, donde murieron unas 50 personas. El enfrentamiento egipcio parece encaminarse cada vez más hacia la confrontación armada. La última escalada comenzó con la muerte de más de 600 personas en la ofensiva de las fuerzas de seguridad contra los campamentos de los islamistas en El Cairo, el pasado miércoles.
Ayer, helicópteros del ejército sobrevolaron a baja altura a los seguidores de Mursi reunidos en la plaza Ramsés, escenario de gran parte del derramamiento de sangre en El Cairo. Humo negro emergía de una enorme fogata que iluminaba el cielo nocturno tras la puesta del sol. Un testigo vio los cuerpos de 27 personas en una mezquita. Un fotógrafo agregó que las fuerzas de seguridad abrieron fuego desde varias direcciones cuando una estación de policía fue atacada.
Según el canal Al Jazeera, abiertamente alineado con los Hermanos Musulmanes, solamente en la plaza Ramsés hubo al menos 95 muertos. Testigos citados por ese canal aseguraron que los helicópteros militares ametrallaron a los manifestantes.
Civiles armados.Hombres con armas automáticas participaron en las protestas de los islamistas. En la plaza Ramsés se vieron al menos tres hombres portando armas; los manifestantes aclamaron asimismo la llegada de autos con hombres armados.
Un funcionario de seguridad dijo que 24 policías murieron y que 15 comisarías fueron atacadas solamente desde el jueves. Otros 43 policías habían muerto el miércoles. La agencia estatal de noticias dijo que 821 manifestantes, seguidores de la Hermandad Musulmana fueron arrestados en todo el país.
El gobierno, que parece aislado internacionalmente, no lo está tanto: cuenta con el apoyo decidido de Arabia Saudita, los Emiratos Arabes y Bahrein. Europa y Estados Unidos han debido tomar distancia y condenar la represión del miércoles, pero aún evitan hablar de "golpe de Estado" contra el presidente Mursi. Esto dio pie ayer al presidente venezolano Nicolás Maduro a reclamar la restitución de Mursi y culpar a Estados Unidos por el golpe y la represión. Argentina, como casi todos los países latinoamericanos, condenó la "brutal represión", pero no se pronunció de manera oficial sobre la situación política egipcia.
A nivel interno, el gobierno militar, que se asume como interino, ha visto debilitada sus bases de apoyo con la renuncia el miércoles de su vicepresidente Mohamed El Baradei. Pero aún amplios sectores que enfrentaron a Mursi le dan apoyo al régimen militar (leer aparte). Los egipcios se debaten entre una opción democráticamente elegida, como los Hermanos Musulmanes, que empero tienen como objetivo un Estado teocrático hegemónico, y una dictadura militar afín a los sectores laicos.
Desde Nasser. Los islamistas han estado en conflicto por décadas con el ejército egipcio. El general Gamal Abdel Nasser reprimió a los Hermanos Musulmanes en la década del 50. Y antes y después del asesinato de su sucesor, el presidente Anwar Sadat, muerto por lo fundamentalistas islámicos en 1981, se produjeron otras olas de represión. En la década del 90 los militantes desarrollaron una sangrienta campaña con actos terroristas contra los turistas.
Ayer, y mientras suman muertos por centenares en sus filas, los Hermanos anunciaron una semana más de protestas a nivel nacional. Anoche la policía egipcia rodeó una mezquita en El Cairo, donde se encontraban atrincherados islamistas. Los islamistas acusaban a a la policía de haber abierto fuego contra la mezquita, que hace las funciones de morgue, pero las fuerzas del orden los acusaban de haber disparado cuando se acercaban.
El ejército, en tanto, desplegó vehículos blindados en las principales calles de la capital, pero no interviene en la represión. La violencia golpeó la industria turística del país, después que los gobiernos europeos advirtieron a sus ciudadanos mantenerse lejos de Egipto, justo en plena temporada alta (es verano en el hemisferio norte).