"Estaba sentada en la vereda de mi casa con mi hermana, eran alrededor de las 4. Veo que por calle Biedma bajan varias personas de un vehículo, creo que era una Kangoo color blanca. Pensé que eran policías porque estaban con linternas, como buscando algo. Desesperada me meto adentro de mi casa y vuelvo a salir, escucho que los disparos provenían de la canchita." En la cuarta jornada del juicio oral y público por el Triple Crimen de la Villa Moreno, una vecina y testigo aportó la descripción del vehículo con cual se habrían trasladado los hombres acusados de desatar la balacera que terminó con la vida de tres jóvenes militantes sociales. En tanto, la defensa puso el acento en cuestionar la legalidad de un reconocimiento fotográfico donde se lo sindica sobre al principal imputado, y pidió que se investigue a los funcionarios por falso testimonio.
La referencia que volcó ayer una testigo al reanudarse los debates en el juicio por el Triple Crimen avala la hipótesis acusatoria que propone la fiscal Nora Marull para confirmar las mecánica y las circunstancias sobre la conducta de los acusados de la masacre: Sergio Gustavo "El quemado" Rodríguez, Daniel Alejandro "Teletubi" Delgado, Brian Ismael "Pescadito" Sprio, y Mauricio Ezequiel "Maurico" Palavecino.
En ese sentido, ayer declaró Rocío V., una joven que vive frente a la cancha (Presidente Quintana, Moreno, Dorrego y Biedma) y observó la situación previa aquella madrugada del 1º de enero de 2012, donde mataron a Jeremías "Jere" Trasante, Claudio "Mono" Suárez y Adrián "Patón" Rodríguez.
No mucha luz. "Estaba sentada en la vereda de mi casa con mi hermana, eran las cuatro, cuatro y algo. Veo que en calle Biedma bajan varias personas de un vehículo, creo que era una Kangoo color blanca, no había mucha luz. Pensé que eran policías y me metí adentro por la desesperación. Los disparos provenían de la cancha. Entro y vuelvo a salir y ya estaban saliendo las familias de los chicos. Y veo a Ezequiel, creo que dijo que le habían disparado a Facundo", explicó la chica, que por ese entonces tenía 17 años.
"Eran 4 o 5, no más de eso. Estaban con linternas, como que iban a buscar a alguien, pero en la calle estaba oscuro, no se los distinguía. Bajaron y vinieron para el lado de Presidente Quintana, del lado de la cancha. Después se escucharon varios disparos, muchos", rememoró más adelante.
Pero en un momento de la exposición, la defensa objetó supuestas contradicciones respecto a la declaración de la testigo durante la instrucción del caso. Y le hicieron leer un párrafo de su testimonial donde declara que ve a los agresores "que llevan a 4 chicos contra un paredón blanco. parecía que los iban a revisar", repasó en el expediente a requisitoria de Fausto Yrure, abogado de Sprio y Delgado.
La banda de Maxi. La testigo es hermana de Verónica J., quien declaró el jueves y dijo haber visto a Ezequiel "Eze" Villalba disparar "contra algo" en la esquina, y escucharlo decir que era la banda de "Maxi".
Eze era, según la pesquisa, a quien buscaban los asesinos de Jere, Mono y Patom para vengar un ataque a balazos contra Maximiliano "Quemadito" Rodríguez, hijo del Quemado, ocurrido horas antes del Triple Crimen.
Y sorprendió una situación que, si bien no hace a la prueba, al menos es para tomar medidas en resguardo de los testigos. ¿Usted fue amenazada? le consultó Yrure. "Yo no fui amenazada, mi hermana sí", admitió. Cuando el defensor auscultó acerca de si sabía quién había intimado a su hermana, Rocío no contestó y se hizo un silencio de varios segundos. ¿Tenés miedo, no lo querés decir?, insistió el abogado. "Si", contestó la joven.
Carlos Varela y Adrián Martínez, como abogado de Rodríguez, la indagaron sobre si conocía a su cliente de fotos o publicaciones periodísticas, estrategia que ya desplegó con varios testigos. La joven respondió de forma negativa. Ignacio Carbone, por Palavecino, le pidió que recordara el momento en el que Villalba sale corriendo de la canchita, gritando que lo habían baleado a Facundo.
Escenarios. Más tarde declaró el policía de la sección Balística, Claudio Torres, quien realizó el levantamiento de rastros sobre BMW de Rodríguez luego de ser baleado. Recordó que tenían impactos de bala de afuera hacia adentro, y en el interior del vehículo secuestraron un cargador de pistola 9 milímetros cerca del freno de mano, una vaina en el piso delantero del lado del conductor, y dos cartuchos intactos.
Aunque Martínez propuso otras hipótesis respecto a la vaina hallada dentro del auto (que pudo caer tras un disparo exterior) el perito se mantuvo en una tesis más probable respecto a la parábola que describió, y que lo inclinó a pensar que fue expulsada de un arma disparada desde adentro del auto.
También prestó testimonial el subjefe de la comisaría 15º, quien se apostó en la Villa Moreno luego de la balacera. Recordó que se colectaron testimonios y rastros junto a la división Homicidios. En ese sentido, explicó que se realizaron "varios allanamientos en busca de las personas sindicadas en el hecho, como Sprio y Rodríguez, y allanamientos en la casa "Damián Romero", a quienes por error rastreaban como "Martínez".
Por otra parte, el empleado policial recordó que durante la tarea de investigación también se ocupó de secuestra la filmación de las cámaras de seguridad del Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca), donde se observa la secuencia de ingreso de Sprio y Delgado cuando lo trasladaron herido al "Quemadito".
Cuando declaró la subcomisario Betina Gobernatori, subjefe de análisis criminal del departamento Señalamiento Fotográfico y Mauricio Malvestitti, de la misma sección, los defensores de Rodríguez se pusieron en guardia.
Es que se trataba del señalamiento sobre el Quemado que hizo dos días después del triple homicidio el sobreviviente, Marcelo Alejandro Suárez (Moki), el sobreviviente del triple homicidio y que la semana al declarar directamente señaló in situ al Quemado.
Tanto Varela como Martínez cuestionaron la medida en base a una resolución de la Cámara Penal que incluso se menciona en el procesamiento de su cliente. El Tribunal de alzada declaró inaprovechable esa prueba por ciertos vicios de procedimiento que pusieron en duda su legalidad, y porque, según dicen los defensores, existía una sospecha previa que condiciona el reconocimiento.
Luego de que los policías describieran cómo se hace el reconocimiento para mantener la pureza del acto (son tres carpetas informatizadas con 120 mosaicos de seis fotos cada, 2.000 en total), los defensores pidieron se les abra una causa por falso testimonio cuando dijeron que Moki había revisado todos los álbumes, mientras que la defensa sostiene que vio tres mosaicos y ya tenía una sospecha previa sobre Quemado.
Mientras que la fiscal se opuso y pidió desestimar el requerimiento, el Tribunal dejó pendiente la resolución hasta el momento de dictar la sentencia definitiva.
El ocultamiento en el Heca
Dos testigos fueron valiosos para poner en evidencia el encubrimiento policial en el Hospital Clemente Alvarez de la llegada de Maximiliano Quemadito Rodríguez. La sospecha es que un agente policial disimuló la presencia de Maxi allí para que no se advirtiera que su internación con una herida de bala tenía relacion con el triple homicidio posterior. Hablaron un perito calígrafo y un empleado de seguridad del Heca.