El jujeño Ariel Ortega, multicampeón e ídolo en River, recibió ayer un emotivo homenaje con un partido despedida en el Monumental, al que asistieron diversas personalidades del fútbol y unas 60 mil personas. “No tengo palabras de agradecimiento por este momento, quiero agradecer a ustedes (los hinchas) y a mis compañeros. Tenía pensado decir mil cosas, pero lo único que se me viene a la cabeza es agradecer a Dios por hacerme hincha de River”, expresó emocionado el Burrito para todo el estadio, abrazado a sus tres hijos en el campo de juego. Así el fútbol todo le entregó el merecido tributo a uno de los jugadores más emblemáticos de los últimos años, siendo respetado por los hinchas de todos los clubes. No hay dudas de que se fue el último gran gambeteador del fútbol argentino, el último atorrante que siempre tenía un enganche más para burlar a sus rivales e inventar un golazo.