Organismos de derechos humanos y familiares de víctimas destacaron que Jorge Rafael Videla haya fallecido en medio del proceso de rendición de cuentas por los crímenes de lesa humanidad de la dictadura y remarcaron que su muerte “no debe alegrar a nadie”.
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, aseguró que la muerte del dictador es “casi un alivio”, aunque lamentó que “no haya contribuido” a informar sobre el destino de “las 30.000 personas que desaparecieron y los 400 nietos que aún buscamos”.
“La historia seguramente considerará el genocidio que hemos sufrido los argentinos, el oprobio de una dictadura cívico-militar como la que él encabezó, de la que no se arrepintió y de la que, incluso, hizo declaraciones tardías para reivindicar todos sus delitos”, afirmó Carlotto, y agregó que “si alguno quiere llorar, puede hacerlo, pero que sepa que no llora a una buena persona, que sepa que llora a un hombre que mató, torturó y robó”.
Durante una conferencia de prensa en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo, junto a nietos recuperados y organizaciones de derechos humanos, Carlotto dijo que se trata de “la muerte de un tirano” que “seguía insistiendo en ser una víctima y un preso político, dichos que en algunos puede quedar como la duda o la lástima”.
“La muerte no es alegría y no es costumbre nuestra festejar estas cosas, pero deja la faz de la tierra un genocida, un hombre que no tuvo ningún escrúpulo al idear un plan de exterminio y que 30 años después siguió jactándose de lo que hizo”, afirmó.
De la conferencia también participaron integrantes de la agrupación Hijos, que se manifestaron “felices” por el hecho de que Videla “no murió impune” sino “condenado y en una prisión común. No murió impune, de eso estamos felices”, sostuvo Carlos Pisoni, militante de Hijos, quien agregó: “Que hoy haya un gobierno que juzgue a los genocidas quiere decir que miramos para adelante, porque no podemos avanzar como país si hay impunidad”.
Por su parte, el premio Nobel de la paz Adolfo Pérez Esquivel remarcó que no lo alegra “la muerte de nadie” pero calificó a Videla como “un hombre que ha pasado por la vida haciendo mucho daño y ha traicionado los valores de todo un país. Creo que para aquellos que cometieron crímenes de lesa humanidad, después de muchos años y décadas se lograron abrir los archivos de la impunidad y la represión”, indicó Pérez Esquivel.
En tanto, Victoria Montenegro, hija de desaparecidos, señaló que la muerte no puede “alegrar”, pero señaló que Videla nunca se arrepintió de sus crímenes ni brindó información sobre “dónde están los hermanos que estamos buscando”. La joven señaló que otro 17 de mayo, de 1977, apareció el cuerpo de su padre —quien había sido asesinado por la dictadura— en las costas de Colonia.
Por último, Tati Almeida, otra de las integrantes de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, remarcó: “Son 30 mil los que no lo van a dejar tranquilo en el más allá. No sé que hay en el más allá, pero los genocidas no van a entrar”.