A partir del 17 de octubre de 1945, día que el pueblo peronista salió a la calle para protestar y liberar a Perón, las manifestaciones populares no son exclusivas de la política. Hoy se manifiestan trabajadores, estudiantes y los hinchas de clubes de fútbol. Newell’s vive hoy un día muy especial. Después de 14 años podrá a través de las urnas elegir a quién cree que debe dirigir a la institución. Y una vez más fueron los jóvenes los partícipes necesarios para que esto ocurriera. El pasado les había dejado un sabor amargo y si bien todo pasaba por decisiones judiciales, las convocatorias callejeras y los permanentes petitorios en los lugares claves produjeron la salida democrática que los experimentados ex dirigentes y otros que se sentían con el derecho a participar en la vida política de club no lo habían conseguido. Estos jóvenes autoconvocados, con ayuda de Internet y el boca a boca, produjeron a partir de este año una bisagra en la institución. Ya nada será igual. Gane quién gane deberán ser más cuidadosos con el estatuto para asegurar que cada 4 años el socio premie o castigue la gestión y además deberán exigirles la publicación de cada resolución para que no se tengan más sorpresas. Seguro que los dueños de algunos sectores en las tribunas y otros lugares del club no se moverán con tanta impunidad como hasta ahora. Saben que del otro lado hay jóvenes que perdieron el temor y demostraron que tienen cintura para llegar a sus objetivos. El juego de la democracia posibilita el disenso y donde el socio puede ir a la secretaría de club y opinar, como aseguró en conferencia de prensa el asesor legal en Central, y porque piensen distinto "no saldrá la barra brava a cagar a trompadas a nadie". En los dos clubes más importantes las autoridades estarán legitimadas en un acto electoral. Ahora deberán cumplir lo que dijeron durante la campaña. En Central sólo había que seguir el camino marcado por todas las comisiones anteriores, cuidar la vida social y fundamentalmente conformar un equipo altamente competitivo para luchar por lugares de privilegio en la tabla de posiciones, mientras que en Newell’s, los objetivos son distintos. Una lista pregona un equipo de fútbol profesional y la otra un club social, con fútbol profesional y con fuerte inversión en las divisiones inferiores. Las opciones son atendibles y entendibles. El socio debe elegir lo que su sentimiento y pasión le dicte. Y que, a partir de ahora, todos los cambios se hagan en asambleas transparentes y que no se vuelva otra vez a dirimir en los tribunales. Los dos clubes están pagando muy caro estas experiencias.