Hay que mostrarle al televidente lo que el televidente quiere ver. Tramposa máxima de la pantalla chica. ¿Qué es lo que el televidente quiere ver?¿Hay un solo tipo de televidente? Las respuestas son tan ambiguas como variadas, y desde ya, imprecisas. Lo que no cabe duda es de una sola cosa: a la gente le apasiona ver los finales de las telenovelas. No importa de qué se traten, si son los culebrones de la tarde, las telecomedias de la noche de Canal 13 o las tiras comprometidas de Telefé. El tema es saber el final, o sea si la chica linda se quedó con el muchachito, si el villano cayó en la cárcel o fue acribillado a balazos por su enemigo, o si se supo que éste no es hermano de la otra, por lo tanto se pueden casar, tener hijitos e irse a vivir en lo alto de la montaña a cuidar cabritos. El imaginario naif sigue intacto y también esa curiosidad por saber qué pasó en un capítulo donde supuestamente tenía que pasar algo. "Vidas robadas" es una tira profunda, con un galán top como Facundo Arana junto a un gran elenco y aborda el tema de la trata de blancas y la prostitución. Claro, difícil de digerir en la sobremesa, y encima si del otro lado todo es diversión, baile, lomazos y escándalos de la mano de Tinelli. Pero este miércoles en Buenos Aires se combinaron los astros. En primer lugar "ShowMatch" no salía al aire, después Boca pugnaba por no sucumbir en Brasil ante Inter por la Copa Sudamericana y encima, motivo clave, se emitía uno de los últimos capítulos de la ficción escrita por Marcelo Camaño y María de las Mercedes Hernando. Resultado: "Vidas robadas" ganó el rating. Con 18.8 puntos pudo más que "Por amor a vos" y en la competencia horaria superó al bizarro capítulo de "Socias", que no tiene el nivel de otrora. El final de "Vidas Robadas" arrasa, mientras ya llegan "Los exitosos Pells", que habría que verla desde el principio. Si el televidente quiere, como siempre.