El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, invitó ayer a legisladores a la Casa Blanca a sostener reuniones para discutir una solución a la paralización del gobierno y el aumento al límite de endeudamiento del país, en medio de la creciente presión por resolver el punto muerto en Washington. Los demócratas de la Cámara de Representantes realizaron ayer más tarde la primera visita y los republicanos de la Cámara baja acudirán a la Casa Blanca hoy, mientras se intensifica la búsqueda de una manera de solucionar el impasse, que preocupa a los mercados y ha generado advertencias de un posible caos económico.
Obama invitó a todos los miembros republicanos de la Cámara, pero el líder John Boehner limitó la cita a altos mandos del partido y jefes de comisiones importantes, reduciendo la exposición del mandatario tanto a legisladores que podrían disentir de la estrategia republicana de línea dura como a los integrantes del conservador Tea Party que la inspiraron.
Sin avances. Ayer no se produjeron señales tangibles de progresos, aunque algunos miembros de ambos partidos sugirieron la posibilidad de un incremento en el límite de deuda a corto plazo para ganar tiempo que permita negociaciones más profundas sobre el presupuesto. Los republicanos más conservadores desataron la crisis al demandar que la reforma de salud de Obama fuera retrasada o bloqueada a cambio de aprobar el financiamiento para las operaciones del gobierno y elevar la autoridad de endeudamiento.
El estancamiento produjo la paralización parcial del Gobierno hace nueve días y puso en alerta a los mercados por la amenaza de que no se eleve el límite de endeudamiento de 16,7 billones de dólares antes de la fecha límite del 17 de octubre.
La reunión en la Casa Blanca con los representantes republicanos marcará las primeras negociaciones directas entre Obama y sus adversarios desde la semana pasada, aunque los legisladores han estado explorando de manera informal posibles compromisos y formas de resolver el estancamiento.
Propuesta republicana. Los republicanos evaluaban una propuesta de la senadora Susan Collins, que permitiría una reapertura del gobierno y un aumento en el límite de deuda que incluiría una impopular medida impositiva de atención médica creada para financiar subsidios bajo la reforma de salud.
Tras reunirse con senadores republicanos, el legislador John McCain dijo que la iniciativa de Collins era "una muy buena propuesta que les gusta a algunos", y el asesor republicano del Senado indicó que hubo discusiones sobre la opción de incorporar un incremento de corto plazo en el límite de deuda en la medida. "Seguimos dialogando. No hay progreso, pero nunca lo hay hasta que llegas a un acuerdo", dijo McCain a periodistas. "No estoy diciendo que finalmente tendremos un acuerdo, estoy diciendo que hay conversaciones. Espero que lleguemos a una conclusión. No estoy seguro de si lo haremos", declaró.