Obama: "Si no les gusta, ganen unas elecciones"

El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo ayer que la disputa que paralizó el gobierno y dejó al país al borde de la cesación de pagos, minó la confianza en los dirigentes y dañó la economía nacional, y advirtió que los estadounidenses "están hartos" de los políticos de Washington. "Las últimas semanas causaron un daño completamente innecesario a nuestra economía", dijo el mandatario en la Casa Blanca horas después de promulgar una ley aprobada a última hora del miércoles por el Congreso para sacar al país del inminente riesgo de default y disponer nuevos recursos para reactivar la administración federal.

El mandatario dedicó gran parte de sus palabras a fustigar al reducido grupo de congresistas del movimiento ultraconservador Tea Party, que, desde su génesis pocos años atrás, se opone a casi todas las medidas adoptadas por el líder demócrata. "A todos mis amigos en el Congreso: entiendan que la forma en que se hacen negocios en esta ciudad, tiene que cambiar", aseguró. "Si no les gusta una política en particular o un presidente en particular, entonces argumenten a favor de su posición y ganen unas elecciones", continuó, en tono desafiante.

"Acá no hay ganadores" tras la disputa política de 16 días entre la Casa Blanca y republicanos por el presupuesto y la deuda, insistió el mandatario, subrayando los informes de analistas de mercado sobre el impacto negativo en la economía nacional que tuvo el impasse.

Obama agradeció a los "republicanos responsables" que se unieron a los demócratas para finalizar la crisis y que tomaron distancia del Tea Party, que retrasó el acuerdo negándose a ceder a exigencias enfocadas en dificultar la puesta en marcha de la reforma de Salud.

Reforma migratoria. El líder de la Casa Blanca dijo que el Congreso sólo mejorará la mala imagen pública que le valieron las disputas improductivas y los 16 días de cierre del gobierno, si pone ahora el foco en tres prioridades: el presupuesto, reformar el sistema migratorio y aprobar un proyecto de ley agrícola. Por último, Obama agradeció a los cerca de 800.000 empleados públicos que sufrieron involuntariamente las consecuencias del cierre de la administración por falta de presupuesto y que debieron permanecer en sus casas con una licencia forzosa sin goce de sueldo hasta ayer, cuando pudieron retomar sus tareas.