El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció ayer una serie de medidas para garantizar una mayor "transparencia" en los programas de vigilancia del país, duramente cuestionados por la opinión pública doméstica e internacional a raíz de las revelaciones del informante Edward Snowden, asilado temporalmente en Rusia. "No basta que yo como presidente tenga confianza en estos programas, también la opinión pública estadounidense debe tenerla", dijo el mandatario en rueda de prensa en Washington, en la que sin embargo rechazó que filtraciones como las de Snowden sobre la masiva vigilancia de datos telefónicos y de correos electrónicos por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) sean la mejor manera de promover más transparencia en este campo.