El presidente de Estados Unidos anunció que enviará 30 mil soldados a
Afganistán, donde ya hay 70 mil, pero a la vez fijó un calendario de retirada del país asiático,
que se iniciará a mediados de 2011. El mandatario dio un discurso a la nación desde la Academia
Militar de West Point en horario central de televisión. La guerra de Afganistán "no está perdida" y
se logrará "un exitoso final", afirmó ante un auditorio de cadetes en uniforme de gala.
"Lo más rápido que sea posible", dijo el presidente, se desplegarán y luego
retirarán las tropas. Las primeras fuerzas serán enviadas ya antes de Navidad, agregó. "Las 30 mil
tropas adicionales que estoy anunciando esta noche se desplegarán en la primera mitad de 2010, de
manera que puedan atacar a la insurgencia y dar seguridad a las principales centros de población",
enumeró Obama. El presidente ya envió en meses pasados 22 mil soldados, que sumados a los
anunciados anoche duplican la cantidad de tropas presentes en Afganistán desde que asumiera el
cargo, en enero pasado.
La nueva estrategia procura acelerar el traspaso de la responsabilidad a las
fuerzas afganas, lo que imprime mayor presión al presidente afgano, Hamid Karzai. Si el plan
funciona le permitirá a Estados Unidos empezar a retirar fuerzas en julio de 2011, explicó Obama a
un país cansado de enviar sus hijos a la guerra.
Más de 8 años en guerra. En Afganistán han muerto más de 900 estadounidenses.
EEUU superó recientemente la marca de ocho años de guerra continuada en Medio Oriente. En
Afganistán las operaciones bélicas comenzaron el 7 de octubre de 2001. Se expulsó rápidamente a los
talibanes y a Al Qaeda y el conflicto se estabilizó. Decenas de miles de tropas fueron retiradas.
Pero en marzo de 2003 el presidente George W. Bush invadió a Irak. Aquí también, luego de una breve
campaña, pareció que la guerra terminaba. Pero las acciones de milicianos islámicos escalaron desde
2004. Hoy en Irak la guerra está de hecho terminada, pero igualmente la estabilidad del país y de
su frágil gobierno democrático exigen la presencia de decenas de miles de militares de EEUU.
En Afganistán, y luego de casi cinco años de relativa tranquilidad, en 2007 los
talibanes y sus aliados de Al Qaeda retomaron la iniciativa.
Los 30 mil hombres que anunció Obama deberán estar todos sobre el terreno para
mediados de 2010. El presidente de EEUU reclamó además a sus socios europeos que aumenten su
participación con diez mil hombres más. Europa mantiene hoy algo más de 30 mil soldados en
Afganistán, principalmente en zonas tranquilas.
18 meses clave. Después de meses de debate con el Pentágono, Obama dio
finalmente a conocer su nueva estrategia para el conflicto afgano. Se basa en un exigente
calendario de 18 meses, entre la llegada de las tropas frescas y el inicio de su salida
escalonada.
La estrategia anunciada anoche y su calendario parecen casi una copia de la
aplicada por la administración de George W. Bush para salir de Irak entre 2007 y 2008: allí también
hubo un aumento sustancial pero temporáneo de tropas, acompañadas de una nueva estrategia que
incluyó una mayor asociación con la población local. Luego vino un calendario de retirada acordado
con las autoridades iraquíes, que Obama se limitó a cumplir. En Irak resultó vital la alianza
pergeñada por los EEUU con las tribus árabes sunitas, que se rebelaron contra Al Qaeda.
El número de 30 mil soldados anunciado por Obama se acerca mucho a los 40 mil
reclamados por el general Stanley McChrystal, comandane supremo de todas las tropas en Afganistán,
quien a fines de agosto presentó por escrito un panorama sobre el futuro de la guerra. En ese
documento, McChrytal propuso un calendario de salida, que ahora aparece ratificado por Obama. El
militar escribió que la guerra se ganaría o perdería en los próximos 18 meses. Funcionarios de la
administración dijeron al Washington Post que julio de 2011 señalará el inicio de la salida, no su
fin. El calendario dependerá por completo de los resultados sobre el terreno, subrayó anoche Obama.
El mandatario también prometió cumplir su promesa de cerrar Guantánamo.
Durante su campaña electoral, Obama criticaba la intervención ordenada por Bush
en Irak, pero a la vez remarcaba que Afganistán era un caso totalmente diferente, una "guerra
justa", y que allí debían concentrarse las tropas y los esfuerzos de los EEUU y sus aliados.