Obama impulsa la mayor reforma financiera desde la Gran Depresión
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reveló ayer sus planes para realizar la mayor
revisión del sistema de regulación financiera desde la Gran Depresión y que tiene por objetivo
modernizar y proteger la integridad del sistema financiero norteamericano para evitar nuevas crisis
como la actual.
18 de junio 2009 · 01:00hs
Washington. — El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reveló ayer sus
planes para realizar la mayor revisión del sistema de regulación financiera desde la Gran Depresión
y que tiene por objetivo modernizar y proteger la integridad del sistema financiero norteamericano
para evitar nuevas crisis como la actual. Bajo la premisa de que "el mercado libre es la fuerza
generadora de prosperidad más poderosa pero no una licencia para ignorar las consecuencias de
nuestras acciones", Obama pretende que haya claridad en prácticamente cada rincón del sector
financiero y que el gobierno tenga suficiente poder para intervenir en los diversos sectores antes
de que vuelva a estallar una crisis económica de tal magnitud como la que vive ahora el país, y que
ha arrastrado al mundo entero.
Lo que se busca es una visión clara "desde Wall Street hasta Main Street", es
decir, desde la sede bursátil hasta el gobierno, pasando por los ciudadanos de a pie, según explicó
en un discurso en la Casa Blanca, en el que adelantó que sus propuestas suponen "una transformación
a una escala no vista desde las reformas que sucedieron a la Gran Depresión" en los años 30 del
siglo pasado. Más aún: el objetivo de Obama es que estas reformas no sólo se aseguren de la solidez
de instituciones a nivel individual, sino que, "por primera vez", destacó, garanticen además la
estabilidad del sistema "en su totalidad".
Más poderes. Obama propuso que a la Reserva Federal (Fed) "se le garantice una
nueva autoridad y responsabilidad" para regular las entidades financieras del país y otras grandes
empresas que "supongan un riesgo para toda la economía en caso de colapso", según el mandatario,
que también quiere que este tipo de compañías cumplan requisitos más duros en materia de capital y
liquidez. Asimismo, se pretende crear un "consejo de regulación" que una a los diferentes
reguladores de los mercados, con el objetivo de coordinar y compartir mejor la información con una
visión más amplia. A la par, considera necesario asegurarse de que el gobierno tenga el suficiente
poder para actuar y "proteger la economía" en caso de que una gran empresa se hunda con riesgo de
arrastrar a todo el sistema financiero, tal como sucedió en 2008 con Lehman Brothers, que hizo caer
en picada a Wall Street.
Desde los últimos tiempos de su predecesor, George W. Bush, el gobierno
estadounidense se ha visto obligado a inyectar casi u$s 600.000 millones en bancos a punto de
colapsar, precisamente a raíz de que Lehman Brothers se declarara en bancarrota. Obama también
quiere crear una "nueva y poderosa" agencia que tenga sólo un cometido: supervisar y proteger a los
"consumidores ordinarios".
El fin de esta "agencia de protección financiera al consumidor": que los
ciudadanos tengan información "simple, transparente y precisa" sobre productos como hipotecas,
préstamos o tarjetas de crédito en vez de esos "ridículos contratos con páginas y páginas de letra
pequeña que nadie comprende" y que, además de llevar a la ruina a muchos, constituyen otro de los
factores que aumentaron la magnitud de la recesión, según Obama.
Equilibrio. La propuesta de 89 páginas pasa ahora al Congreso, que hoy mismo
celebrará la primera audiencia sobre la iniciativa, que presentará el secretario del Tesoro,
Timothy Geithner. Consciente de que el plan será objeto de críticas tanto por quienes considera que
va demasiado lejos en su afán regulatorio como por quienes sienten que no es suficiente, el
mandatario subrayó ayer que sus propuestas han surgido tras una "intensa consulta con el Congreso"
y que ha buscado un "cuidadoso equilibrio".
Los republicanos ya han lanzado su propio plan, rechazando la idea de que el
gobierno se involucre en la actuación de las mayores instituciones financieras del país. "Siempre
he sido un firme creyente que el poder del libre mercado ha sido, es y será el motor de Estados
Unidos", replicó Obama, aunque a la par subrayó que fue la "falta de un régimen regulatorio" sobre
el sistema financiero lo que llevó al país a casi una catástrofe. "Sabemos que esta recesión no es
el resultado de un fracaso, sino de muchos. Muchos de los difíciles resultados que afrontamos son
producto de una cascada de errores y oportunidades perdidas durante varias décadas".