Puerto España.— Barack Obama tendrá este fin de semana su primera
oportunidad de mostrar a los gobernantes latinoamericanos que tiene no sólo carisma sino propuestas
concretas para beneficiar a la región. El presidente de EEUU será el gran protagonista de la V
Cumbre de las Américas que se realizará a partir de hoy en Trinidad y Tobago, donde se reunirán 34
gobernantes del continente elegidos democráticamente.
Nadie espera, sin embargo, que el mandatario estadounidense
con apenas 90 días en funciones anuncie cambios drásticos de política o incluso propuestas
detalladas para las relaciones en el futuro inmediato de EEUU con América latina y el Caribe.
"Se espera más bien que hable de sus prioridades y exponga
sus ideas sobre los grandes retos interamericanos", cree Peter Hakim, presidente de Diálogo
Interamericano, organización de análisis regional de Washington. "Los gobernantes estarán
observando tanto estilo como sustancia", anticipó.
"Ver y oír". Hace pocas semanas, Jeffrey Davidow, asistente especial de Obama
para la cumbre, vaticinó que el mandatario vendría al encuentro solamente para "ver y oír". Se
estima que Obama difícilmente se arriesgará a proponer algo nuevo, aunque ha adelantado que hablará
de nuevas alternativas de energía y promoción pequeño-empresarial.
"Desde una perspectiva de política exterior, vivimos en un
vecindario tranquilo, con países que comparten valores y, con alguna excepción, eligen a sus
gobernantes", según Howard L. Berman, presidente del comité de Relaciones Internacionales de la
Cámara de Representantes. "Pero hay graves problemas en todas partes", aclaró.
Esos problemas, que más visiblemente son el narcotráfico,
el crimen organizado, la violencia de grupos armados y migraciones, no serán todo lo que Obama
encontrará. Verá también que la influencia de su poderoso país en la región nunca ha estado en un
nivel tan bajo.
Obama tendrá que verse con dos presidentes que expulsaron a
los embajadores estadounidenses: Evo Morales, de Bolivia, y Hugo Chávez, de Venezuela, quien
rutinariamente acusa a EEUU de querer derrocarlo.
Como en la primera edición de 1994, esta quinta Cumbre de
las Américas no verá la presencia de Cuba. Antes de salir hacia Puerto España, Obama eliminó las
restricciones de viajes, remesas y telecomunicaciones hacia Cuba, pero los gobiernos de la región
al parecer desean que avance más, hacia el fin del embargo comercial.
Libre comercio. Obama encontrará igualmente tendencias de aislar a EEUU del
debate regional: han surgido nuevos grupos como la unión de países sudamericanos, conocida como
Unasur, y verá que aún persiste la desconfianza sobre el libre comercio. Con el presidente Alvaro
Uribe posiblemente hablará sobre las espinosas condiciones para aprobar el tratado de libre
comercio con Colombia.
Uno de los principales interlocutores de Obama será el
presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, a quien ya recibió en la Casa Blanca. Brasil tiene
intereses no sólo bilaterales con EEUU, sino que también es un protagonista internacional que
interviene activamente en Haití, Africa y quiere más figuración en organizaciones como las Naciones
Unidas, el FMI y el Banco Mundial. l