Estados Unidos anunció su primer despliegue militar en Siria para ayudar a las guerrillas kurdas y árabes que enfrentan al grupo terrorista musulmán Estado Islámico. A la vez, en Viena, las potencias no pudieron ponerse de acuerdo sobre el futuro del presidente sirio Bashar Assad. Las unidades estadounidenses estacionadas en el norte de Siria estarán encargadas de coordinar los ataques de combatientes sirios árabes y kurdos contra el EI.
Estados Unidos enviará menos de 50 efectivos de las unidades de operaciones especiales, incrementando su involucramiento en la lucha contra la organización Estado Islámico (EI), que ha extendido su poder en Siria pese a un año de bombardeos aéreos de una amplia coalición liderada por Washington. La Casa Blanca negó un cambio de política del presidente Barack Obama, que había prometido no desplegar fuerzas terrestres en la lucha contra el EI, que también controla grandes porciones de Irak. Según The Washington Post, las tropas se enfocarán en el asesoramiento de las guerrillas sirias árabes y kurdas que combaten contra el EI a unas 30 millas de Raqqa, la capital de facto del grupo terrorista. Se espera que estas unidades, coordinadas por los enviados de Washington, lancen próxiamente una ofensiva coordinada contra Raqqa.
Pese a la muy exigua cifra de menos de 50 soldados, el gobierno de Obama se esforzó por subrayar que no ha cambiado línea de acción en Medio Oriente. "Nuestra estrategia en Siria no ha cambiado", afirmó Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca, asegurando que las fuerzas especiales no tendrán "una misión de combate". "El núcleo de nuestra estrategia militar en Siria es reforzar la capacidad de las fuerzas locales para enfrentar al Estado Islámico en el terreno, en su país", subrayó. "El núcleo de nuestra estrategia militar en Siria es reforzar la capacidad de las fuerzas locales para enfrentar al grupo Estado Islámico en el terreno, en su país", agregó Earnest.
Estas fuerzas imitarían a las que operan en Irak, que coordinan a las fuerzas locales, ofrecen suministros de armas y dan apoyo aéreo. Pero en Irak, la línea entre combatientes y no combatientes ha sido muy difusa. En una ofensiva reciente murió un soldado estadounidense, el primero que fallece en operaciones en tierra en Irak desde que Washington inició la ofensiva contra la organización yihadista. Consultado sobre el eventual aumento del número de militares estadounidenses en el futuro, Earnest no descartó tal posibilidad. "No voy a predecir el futuro", declaró. "Es innegable que (estos militares) se expondrán a riesgos reales", sostuvo, señalando que estarán "equipados para defenderse". ¿Cuánto tiempo permanecerán en el terreno?, se le preguntó a continuación. "Yo no describiría (esta misión) como permanente", respondió, agregando que no estaba en condiciones de dar "una fecha" para el regreso de los efectivos.
Washington confirmó por otra parte el despliegue de más aviones de ataque a tierra A-10 y cazabombarderos pesados F-15 en una base aérea turca, en el mismo marco de la lucha contra el EI.
Cumbre fallida.PUNCTUATION_SPACEEstos anuncios se hicieron en paralelo con la cumbre multinaciona en Viena para buscar una solución a la guerra civil siria, que en cuatro años y medio dejó entre 250.000 y 320.000 muertos y provocó un éxodo masivo de refugiados hacia Europa. Pero la reunión no permitió superar la línea divisoria sobre el futuro del dictador sirio Bashar Assad, que cuenta con el apoyo de Rusia e Irán, en tanto Estados Unidos, al igual que Europa, Arabia Saudita y Turquía lo consideran un obstáculo para cualquier acuerdo. En Viena, las dos partes "coincidieron en discrepar" sobre ese asunto, sintetizó el secretario norteamericano de Estado, John Kerry. El proceso sigue sin embargo abierto, dado que dentro de dos semanas habrá una nueva reunión.
Fracaso disimulado.PUNCTUATION_SPACEPara disimular el fracaso, los participantes de Viena decidieron pedir a la ONU que negocie un cese el fuego en el terreno. Nadie asigna a la ONU semejante capacidad. En la cumbre de Viena Estados Unidos, Rusia e Irán ratificaron la integridad de Siria como Estado soberano. Una coincidencia que no es nueva, de manera que tampoco acá se lograron avances. La reunión de Viena se amplió a 19 países, pero no contó con ninguna representación del régimen sirio ni de la oposición.
Este dato no evitó las declaraciones optimistas de John Kerry. "Esto es el comienzo de algo nuevo. La situación diplomática hoy es más prometedora que en mucho tiempo, debido a los actores que se han reunido en esta mesa", afirmó el Secretario de Estado John Kerry en declaraciones a la prensa después de la reunión. En el comunicado final, emitido tras ocho horas de reuniones, se destacan las "honestas y constructivas discusiones" que cubrieron los principales asuntos del conflicto civil sirio.
Rusia ha atacado 1.600 blancos a lo largo del mes
Rusia se implicó aún más de lo que ya estaba en la guerra a partir del 30 de septiembre.Desde entonces bombardeó 1.623 “blancos terroristas”, según un balance oficial divulgado ayer por el general Andrei Kartapolov, comandante de la operación Moscú afirma que centra su campaña en objetivos del EI, aunque muchas incursiones se realizaron en zonas controladas por los rebeldes moderados. Médicos Sin Fronteras acusó el jueves a Rusia de bombardear al menos 12 hospitales, y otras ONG estiman que las bombas rusas han dado muerte a hasta 300 civiles. Sólo ayer a la mañana, al menos 91 personas, incluyendo 17 niños, murieron en zonas de control rebelde del norte del país y de las afueras de Damasco bajo las bombas aéreas y los disparos de cohetes de las fuerzas del régimen de Assad, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). La mayoría perecieron en Duma, al este de la capital.
Rusia desplegó en Siria, en al menos dos aeropuertos, unos 50 aviones de combate de diversos tipos. Se trata principalmente de bombarderos supersónicos Sukhoi-24, 30 y 34, así como los más livianos Sukhoi 25. En estas bases, ubicadas en la región occidental de Latakia y Damasco, los rusos mantienen un activo tráfico de aviones pesados de transporte. También utilizan intensamente el puerto de Tartús, adonde han arribado numerosos tranportes de tropas cargados de tanques, camiones y blindados de infantería. Se cree que los soldados rusos desplegados a modo de custodia en Latakia sumarían al menos una o dos brigadas. En algunos casos han entrado en combate y ya se registran caídos en combate, aunque Moscú hace grandes esfuerzos por esconder estas bajas a la población rusa, contraria a ver jóvenes rusos muertos en un país lejano de Medio Oriente.