"No tengo rencor porque arriba un hay un Dios que lo ve todo y sabe cómo juzgar; yo sólo quiero dormir tranquila". Con esa frase, Andrea Novello aseguró ayer no tener ánimos de revanchismo contra Liliana Montenegro, la Mujer de Zavalla que la acusó de haberse apropiado junto a su esposo Germán S., su hermana Mariana y su cuñado Luis J., de sus mellizos tras haber dado luz —tal cual lo denunció— el 13 de julio en una clínica de Casilda.
En su casa familiar de Lisandro de la Torre al 1300 y junto a su representante legal, Fausto Yrure, la reconocida empresaria casildense rompió el silencio tras quedar sobreseída del caso al igual que el resto de los imputados. Visiblemente emocionada por momentos no dudó en calificar como de "espantosa" la experiencia que le tocó atravesar durante los casi cinco meses que pasaron desde que fue incriminada hasta su desvinculación de causa.
No obstante admitir que lo sucedido le causó "un gran dolor" que aún no logró superar pese a definirse como una mujer "positiva que va hacia adelante", tampoco, al menos por ahora, piensa accionar, de quedar firme el sobreseimiento, contra las fiscales que llevan adelante la investigación, Marianela Luna y Lorena Aronne.
Y parece que se contenta con estar convencida de que "la gente sabe quién dijo la verdad y quién mintió" en esta historia con ribetes de novela que puso en vilo a gran parte del país y aún para muchos sigue generando más duda que certezas. Alcanza con hurgar en las redes sociales para advertir opiniones divididas en torno al tema, pese a que para la Justicia no existió el delito investigado al no poder acreditarse el embarazo de Montenegro y muchos menos el nacimiento de los chicos.
"Estábamos entusiasmados". Andrea aún no puede creer haberse visto envuelta en una causa judicial cuando "lo único que pretendíamos con mi espero EM_DASHaseguraEM_DASH era adoptar (los mellizos) para darles amor y una buena vida". Y en esa línea recordó: "Estábamos muy entusiasmados y le habíamos preparados su lugarcito para recibirlos, pero todo terminó de una manera tan inesperada como increíble y angustiante".
La mujer asegura que el momento más duro por el que atravesó fue cuando la policía allanó su domicilio, de donde secuestró cochecitos y enceres para los bebés, entre otros elementos. Y no menos traumático resultó tener que soportar un arresto domiciliario durante 40 días hasta recuperar la libertad. "Aún me cuesta volver a la normalidad después de haber pasado por todo esto, aunque la gente me sigue dando muestras de apoyo y contención cuando voy a algún comercio u otro lugar", contó. Claro que en ese sentido rescató aún más el "acompañamiento" de sus seres queridos y familiares.
Andrea, que además de compartir una empresa familiar de servicios de sepelios y emergencias de salud tiene la pasión de pintar cuadros, nunca ocultó ante la Justicia su voluntad de adoptar y tenerlo convenido con Montenegro, aunque la denunciante lo niega.
Y ayer insistió con que siempre estuvo "convencida del embarazo, hasta que se comprobó que nunca existió. Si bien ella se negaba —aseguró— a que la lleváramos al médico para los controles ginecológicos, nunca desconfiamos (de su estado de gravidez) y mucho menos de que se trataría de una mentira". Incluso admitió que su esposo solía tocarle la panza y hasta creía sentir movimientos que, a la luz de los acontecimientos, ahora podrían inscribirse en el terrero de una ilusión paterna.
Andrea está libre y sobreseída, aunque esta medida todavía no está firme y las fiscales que investigaron el caso ya adelantaron que apelarán (ver aparte).
Las fiscales apelarán el sobreseimiento
Las fiscales de Casilda Marianela Luna y Lorena Aronne apelarán los sobreseimientos dictados por la jueza Mariel Minetti a los dos matrimonios casildenses que fueron imputados en el resonado caso de los mellizos. Así lo confirmaron ayer a La Capital aunque aún no formalizaron la presentación, cuyo plazo para hacerlo vence el lunes. Luna justificó la decisión al señalar que "es una responsabilidad plantear nuestra disconformidad con lo resuelto (por la magistrada) ya que desvincula de la causa a los incriminados cuando la investigación no está agotada".
La jueza basó su decisión al no poder probarse la existencia del delito de sustracción, retención y ocultamiento de menores, tomando como argumento central la falta de certezas para acreditar el embarazo y parto de Liliana Montenegro, la mujer de Zavalla que denunció haber sido despojada de sus hijos tras haber dado a luz el 13 de julio en una clínica de Casilda.
Para la jueza fueron "concluyentes y determinantes" en tal sentido y claves para hacer lugar a los pedidos de sobreseimiento la ampliación de la junta médica realizada en Córdoba y el último informe del forense Germán Sánchez Caranicolis. No obstante las fiscales insisten con que tal definición es "apresurada y prematura ya que aún restan por conocerse el resultado de una serie de medidas que están en ejecución y son de gran importancia para la causa".
Aunque Minetti ya manifestó en el fallo su desacuerdo con tal planteo al indicar que "las medidas pendientes nada tendrían que ver con la necesidad de profundizar el aspecto central de la investigación", las fiscales no descantan la posibilidad de que puedan surgir, a instancias de ello, evidencias que comprometan a las personas recientemente sobreseídas, aunque ya no podrán accionar contra ellas.
Además del entrecruzamiento de comunicaciones telefónicas se ignora qué resultados reportarán las pericias informáticas a aparatos tecnológicos (notboock, tablet y CPU)que fueron secuestrados en un allanamiento realizado en el domicilio de uno de los matrimonios. "Estamos convencidas de la razonabilidad que implica impulsar la apelación ya que de quedar firme los sobreseimientos se pondría fin al proceso y será cosa juzgada, por lo que de surgir elementos probatorios no podremos actuar contra las personas que fueron desvinculadas de la causa por un principio constitucional: no se puede juzgar dos veces por el mismo hecho".
"De no reunir evidencias — aclaró— entonces resolveremos en consecuencia con absoluta responsabilidad, pero aún no pasaron los seis meses del plazo que tiene la defensa para pedir el archivo de la causa y (la jueza) ya dictó el sobreseimiento".
Las fiscales volvieron a defender las actuaciones y reiteraron que la investigación se inició a partir de un informe médico realizado el 18 de julio por el forense Germán Sánchez Caranicolis, quien advirtió que Liliana Montenegro, a la cual examinó exhaustivamente, presentaba signos indicativos de un embarazo reciente, lo que fue ratificado el 4 de agosto a través de estudios solicitados por el profesional aunque sin poder precisar la fecha del posible alumbramiento.