Ante el pedido de la Asociación de Médicos de la República Argentina (Amra), que solicitó custodia en todos los centros de salud de la ciudad debido a la escalada de violencia, desde el gobierno municipal expresaron que reconocen el problema de la inseguridad y remarcaron que están abocados a la búsqueda de soluciones integrales. “Nosotros trabajamos desde hace muchos años en camino de resolver los problemas de la salud de la población y de garantizar la seguridad de los trabajadores. Estamos comprometidos con ese abordaje. Y creemos que no puede haber una respuesta única ante la complejidad de la violencia”, señaló Leonardo Caruana, el secretario de Salud municipal.
El funcionario remarcó la amplitud del fenómeno. “En Rosario hay 80 centros de salud, y 52 son municipales. Hay 1.700 trabajadores en el primer nivel de atención de salud que reciben 5.000 consultas por día. Además, 75.000 personas retiran medicación crónica. Todo eso pasa en esos centros, y debemos seguir trabajando pensando en la población y en los equipos”, apuntó Caruana.
“Reconocemos el tema de que trabajadores han sufrido hechos de inseguridad. Y desde allí estamos trabajando. La violencia tiene una complejidad tal, que leer que un policía en cada centro de salud puede solucionar este problema, la verdad es que pensamos que es mucho más complejo y seguimos trabajando en esa línea”, agregó el secretario.
—¿Qué representa esa línea?
—Tiene que ver con el cuidado del trabajador y también con el cuidado por la población, por eso me llama la atención que digan que deberíamos revisar la ubicación de algunos centros. Para nosotros, desde hace años, el eje pasa por estar en las áreas más vulnerables.
—¿Cómo encaran desde el estado municipal esa complejidad?
—El problema es muy complejo, por eso trajimos especialistas para estudiar la situación. Trabajamos desde no homogeneizar una respuesta. Es decir, si el problema es complejo, si la génesis de la violencia tuvo que ver con episodios de grupos que se pelean entre ellos, con crisis subjetivas de pacientes, con rupturas de lazos sociales, las herramientas para poder abordarlos deben ser amplias, con elementos duros y blandos. Se debe trabajar desde al reconstitución de proyectos sociales, de nuevas oportunidades para que los pibes puedan competir con las áreas de las adicciones. Todo esto también tiene que ver con el abordaje de la violencia. Entonces, no puede haber una respuesta única, y que pueda ser efectiva en el corto plazo, en todos los lugares.