Armstrong.— "El pueblo no reclama el dinero de las retenciones porque sabe
que ninguna obra pública, por más importante que sea, se puede levantar sobre las ruinas de nuestra
industria", disparó ayer el intendente Fernando Fischer, tras saberse que esta localidad del
departamento Belgrano se convirtió en la única ciudad de las 50 que hay en la provincia de Santa Fe
que no adhirió al reparto del Fondo Federal Solidario.
Armstrong integra junto a otras ciudades, como Las Parejas y Las Rosas, el polo
productivo de la maquinaria agrícola más importante del país. Con sus algo más de 12.000
habitantes, más de un 70 por ciento de su población depende de este rubro y de la actividad
agropecuaria, principales motores de la economía local.
Desde que empezó el conflicto del campo con el gobierno nacional por las
retenciones a la exportación de granos, la actividad fabril comenzó a mermar hasta llegar a límites
insoportables. Hoy, la caída de la producción industrial de equipos agrícolas está en el orden del
80 y 90 por ciento con relación a lo que se vendía el año pasado.
Además, un alto porcentaje de los obreros llevaron a cabo durante varias
semanas, como "autoconvocados", cortes intermitentes en las rutas 9 y 15 donde está el parque
industrial. Casi la totalidad de los trabajadores cobra los bonos Repro (bonos del estado de 600
pesos) para que puedan sostener mínimamente ingresos aceptables para la canasta básica de
alimentos.
Fischer sostuvo que frente a esta situación, que calificó de "alarmante", el
municipio tiene que dar muestras de coherencia. "No le tengo miedo a ningún costo político; es más,
creo que el pueblo apoya esta determinación", respondió el intendente frente a las dudas en ese
sentido.
"La industria de la maquinaria agrícola está agonizando como consecuencia del
malestar del hombre de campo por el saqueo que son las retenciones a los granos que produce. ¿Cómo
puedo adherir a una situación que le hace daño a mi ciudad?, preguntó al ser consultado por los
argumentos.
Muchos intendentes que apoyaron decididamente el reclamo del campo y que
acompañaron la protesta se quejaron por la medida de enviar una parte de lo recaudado en materia de
retenciones a la soja, sin embargo ninguno llegó a tanto.
"Yo no opino sobre lo que hicieron otros intendentes. Se debe decir que es una
dádiva que nos va a esclavizar, y que nos transforma en indignos. Yo le dije al gobernador que se
arrodillara porque de esa manera iba a firmar mucho más cómodo", remarcó.
—¿No cree que puede haber un sector de la población que se lo pueda estar
reclamando?
—En el último acto de protesta que se hizo acá en, en las rutas 9 y 15,
donde hubo 8 mil personas, muchas de ellas de Armstrong, me aplaudieron a rabiar cuando dije que no
lo iba a aceptar. Eso fue hace menos de un mes, no creo que la situación haya cambiado tanto. Creo
que nadie en mi ciudad quiere transformarse en una persona indigna. Hay que defender el
federalismo, el interior y nuestra producción.
—¿Ninguna obra pública entonces?
—En ese aspecto estamos bastante bien. Y todo lo que hemos hecho ha sido
con nuestro presupuesto. Además, jamás hemos recibido ATN u otros subsidios de la Provincia o de la
Nación. La obra pública puede esperar, lo que no puede esperar son las industrias que están
agonizando. Yo no puedo aceptar que se hagan obras públicas sobre las ruinas de nuestras
industrias.
—Algunas ciudades optaron por el plebiscito...
—Los demás que hagan los que les parezca. También hay que ver cómo se
hicieron esos plebiscitos. Por algo nos habrán puesto la capital de la protesta agropecuaria,
quizás porque queremos ser el corazón agroindustrial del país y el brazo fuerte de la provincia de
Santa Fe.
—Protesta hacia el gobierno nacional, ¿no?
—Lo que están haciendo los Kirchner con nuestra Argentina es lamentable.
Falta de ética, falta de dignidad que ahora se refleja en estas designaciones dentro de la política
en las candidaturas. La gente se está dando cuenta de quiénes son.