Franco Niell anduvo ayer también a las corridas. Claro que esta vez no desde adentro de una cancha tratando de filtrarse entre los zagueros centrales rivales sino que estuvo "haciendo de papá", ya que llevó a su pequeño hijo (Benjamín) al pediatra para control debido a que tiene pocos días de vida. El Petiso que fue colosal en el Parque hizo un breve paréntesis en la corta visita a su esposa e hijo en Capital Federal para dialogar con Ovación. Ya más distendido, el delantero de Central no ocultó que aún estaba feliz por el triunfazo que lograron ante Newell's, en un estadio que contó solamente con la presencia rojinegra. Y eso tiene un plus y sabor especial para todo hincha auriazul. "La verdad es que voy cayendo de apoco. Eso sí, recibí muchísimos llamados durante el día y eso me pone muy contento también. Pero tengo que llegar otra vez a la ciudad (lo estaba haciendo anoche) para vivir en persona lo que generó haber ganado el clásico con todo lo que eso implica. Aunque lo que me pasó es lo soñado por todo jugador", afirmó del otro lado de la línea con voz relajada y como con orgullo.
—Se ve que tenés claro que el gol que hiciste es el que desea hacer cualquier jugador que sale de las inferiores o es hincha de Central.
—Sí, ni hablar. Sinceramente es el sueño de todo jugador. Creo que todos queremos hacer un gol en un clásico por todo lo que significa.
—¿Entonces cumpliste el sueño?
—Seguro. Y es algo espectacular.
—¿Pudiste dormir bien anoche (el domingo)?
—La verdad es que entre la euforia que tenía por el partido que habíamos ganado, sumado a la adrenalina que aún sentía, y que encima que el bebé estuvo bastante despierto, debo admitir que no dormí mucho.
—Cuando estabas viajando para ver a tu familia, ¿era consciente de lo que habías hecho?
—Iba manejando muy feliz, no lo puedo negar ni ocultar. Me llamaban amigos, familiares, todos para felicitarme por el partido y el gol. Y eso es como que me iba marcando lo que pasó realmente.
—En el vestuario dejaste la sensación de que no habías caído.
—Es que estaba realmente muy cansado porque hicimos un gran desgaste físico. Tuvimos que hacer un trabajo táctico que requirió muchísima concentración y eso lo sentí una vez que entré al vestuario.
—¿Alcanzaste a ver de nuevo el partido por televisión o leíste algo en los portales digitales?
—Vi los goles de la fecha nomás por televisión, pero casi sobre la medianoche porque estuve viajando y llegué tarde a casa.
—¿Notaste que la pelota entró con lo justo en el segundo palo de Guzmán?
—Sí, creo si la pelota iba un poco más adentro, el Patón la sacaba. Pero se metió y sirvió para ganar.
—Festejaste el gol haciendo alusión a tu hijo, ¿le llevaste algo de regalo?
—Sí, le compré algunas ropitas. Lo más importante es que pude verlo y estar junto a mi esposa de nuevo.
—¿Y ellos cómo vivieron al partido?
—Con una gran alegría. Mi señora se sacó fotos junto al bebé con la imagen del festejo del gol de fondo, y luego me las estuvo mostrando.
—¿Sabés que la gente explotó de felicidad y festejó en el Monumento y hoy (ayer) además siguió mostrándose orgullosa por las calles?
—Sí, me enteré. Además vi algunos afiches que hacían referencia al clásico ganado y eso es lindo porque forma parte del folclore.
—¿Se puede decir que el triunfo tiene un significado especial por el hecho de que ustedes estaban realmente solos en el Coloso?
—Y, sí. El sabor es dulce porque ganamos el clásico con todo lo que ya significa para la ciudad. Pero para mí fue muy importante también.
—¿Sos consciente de que con tu gol te metiste un poco en la piel del hincha, que generalmente suele mirarlo y respetarlo un poco más al jugador que le hace un gol a Newell's?
—No sé qué decir en ese sentido. Lo único que puedo afirmar es que estoy realmente muy feliz. Como dije antes, lo que me pasó es el sueño de todo jugador.
Entre el presente y la tranquilidad
Desde hoy será momento de archivar el chip del clásico. La vorágine del fútbol doméstico obliga a no salirse del eje porque el viernes Central tendrá otra exigente parada, ya que recibirá a Belgrano en el Gigante desde las 20.30. Y Franco Niell sabe que no hay tiempo para hacer extensiva la celebración que generó la conquista del derby de la ciudad. “Quedan pocas horas para seguir disfrutando porque desde mañana (hoy) temprano ya tendremos que meternos de lleno en lo que vendrá”, relató el delantero canalla a modo de reflexión.
—¿Los potenció el triunfo para jugar ante los Piratas?
—La realidad indica que debemos seguir manteniendo los pies sobre la tierra. Nos enfrentaremos a un equipo que también viene de ganar un partido importante ante River y que además juega bien. Hay que respetarlo como al resto.
—Desde afuera se percibe que con Abreu se complementan a la perfección, ¿eso es porque ya habían jugado juntos en Brasil cuando estuvieron en Figuerense?
—Si bien con el Loco compartimos equipo en Brasil, la verdad es que no jugamos tanto juntos. Sinceramente, acá estamos rindiendo más y actuando seguido. Aunque todo delantero que tenga a su lado al uruguayo trata de aprovecharlo al máximo por la capacidad y potencial que que tiene.
—¿Qué sigue de ahora más ya que Central además de ganar el clásico en cancha de Newell’s quedó a tres puntos del líder San Lorenzo?
—Seguir trabajando para sumar la mayor cantidad de puntos posible. De lograrlo, eso nos llevará solito a estar tranquilos, que es lo que queremos y buscamos.
Con dolor, pero llegará
El Enano dijo que aún tenía el tobillo derecho “inflamado”, fruto de un cruce normal con Heinze. Claro que de inmediato afirmó que “no tendré problemas en jugar el viernes si es que el entrenador así lo decide”.