Enviado especial.- Medellín recibió al plantel de Newell's izando las banderas de las mejores bienvenidas. El espíritu festivo y esa cordialidad tan características de los paisas se asociaron para tenderle una mano a la delegación rojinegra, que desde ayer ya hizo base en el hotel Intercontinental de esta ciudad.
Una vez instalados en su nuevo búnker, los jugadores de Newell's bajaron inmediatamente hasta el comedor del hotel para cumplir con una comida rápida y luego se retiraron hasta sus habitaciones para descansar y estirar los músculos, luego de tantas horas de vuelo desde el aeropuerto de Ezeiza.
Cerca de las 20 (hora local) un micro estaba esperando al grupo para trasladarlo hasta el estadio Atanasio Girardot, distante a unos veinte minutos del hotel. Ya en la cancha, el entrenamiento que programó Alfredo Berti se pareció más a un recreo de un curso de alumnos del secundario, que a una práctica de fútbol propiamente dicha.
Y está bien que la sesión haya sido de corte tan informal porque les permitió a los futbolistas distenderse un rato, activar un concierto de bromas y pasarla bien en la antesala de un partido tan trascendente como el que jugarán mañana ante Atlético Nacional de Medellín, por el Grupo 6 de la Libertadores, en el debut de ambos en el máximo certamen continental.
Hubo un rato en el que Trezeguet, Maxi Rodríguez y Bernardi se divirtieron como chicos. Otros en los que Iván Gabrich, el ayudante de campo de Berti, hizo jueguitos con la pelota y recordó su etapa de delantero rocoso.
Todo con el auxilio de un clima sin apuro y bajo el silencioso paisaje de las cordilleras que definen a Medellín como la capital de las montañas.
También hubo espacio para que el presidente Guillermo Lorente atendiera a la gran cantidad de medios medellinenses que asistieron a realizar la cobertura del entrenamiento leproso.
Newell's ya vivió su primer día como huésped en Medellín y estuvo muy cómodo.
Para hoy será el turno de un nuevo reconocimiento del césped en el estadio y luego los jugadores se guardarán para esperar el trascendental partido frente a los colombianos. La ilusión leprosa en la Copa Libertadores ya comenzó. El sueño se puso en movimiento.
Ponce viajó después por un problema estomacal
El juvenil delantero rojinegro Ezequiel Ponce ayer no pudo viajar con el resto de la delegación porque sufrió “un problema estomacal”, según le confió una alta fuente a este diario, y por eso se decidió retrasar algunas horas su partida desde el aeropuerto de Ezeiza. En consecuencia emprendió el vuelo en la tarde de ayer junto al mánager Sebastián Cejas y hoy se sumará a la comitiva leprosa en suelo colombiano.