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or qué este Newell's de Gerardo Martino no para recibir elogios desde todos los sectores? Sencillamente porque combina dos virtudes que no son habituales ni sencillas de conseguir en el fútbol argentino. Por un lado, juega de manera vistosa y se siente cómodo a partir del buen manejo de la pelota, y por el otro, consigue resultados y es efectivo en las dos áreas. Esta mixtura lo convierte en la sensación del campeonato, cuando ya se jugó la mitad del mismo. Además por peso específico es candidato potable a pelear hasta el final. Y tiene el bonus track de que verlo jugar es placentero, digno de admiración, en un tiempo de mucha fricción y predominio de lo físico por lo sobre lo técnico. Este Newell's es diferente y por ello no sólo los hinchas rojinegros le prestan atención a sus partidos, sino también lo hacen los amantes del buen juego en general, que lo siguen con atención por TV cada vez que sale a la cancha y no paran de elogiarlo. Vale repasar el formato táctico del único líder del torneo Inicial, que defiende lejos de Guzmán, maneja la pelota en el medio y lastima ocupando todo el ancho del ataque.
Desde lo futbolístico la idea de Martino es clara y sus muchachos la ponen en práctica el mayor tiempo de los partidos. Por supuesto que hay pasajes donde las cosas no salen dentro de lo previsto, pero no hay equipo en el mundo que marque las coordenadas de los encuentros durante los 90 minutos, a excepción de Barcelona en su mejor momento. Si bien la pelea rojinegra es salir del fondo de los promedios, uno de los rasgos distintivos de Newell's es que no tiene empacho en asumir riesgos. No se refugia para especular y evita darle de punta para arriba hasta cuando las papas queman.
De atrás para delante se puede decir que la clásica línea de cuatro que pergeñó Martino tiene la característica saliente de defender lo más lejos posible del área de Nahuel Guzmán. Por ello los centrales Vergini y Heinze suelen adosarse a los atacantes rivales unos metros antes de la mitad de la cancha, evitando y demorando lo más posible que se acerquen al área rojinegra. Es más, si los pueden despojar de la pelota antes de que se den vuelta, mejor. Así, con la defensa plantada unos metros antes del círculo central, Newell's es por lo general un equipo corto y siempre bien preparado para presionar al rival cuando no tiene la pelota.
Otro dato distintivo de la defensa es que tanto Cáceres o Vangioni por los laterales tienen absoluta libertad para soltarse y de hecho lo hacen de manera escalonada. Este pérdida momentánea de un defensor por las proyecciones encuentra rápidamente el equilibrio en los movimientos de Hernán Villalba, la rueda de auxilio del equipo, el comodín que constantemente tapa agujeros y lo hace con la intuición de un jugador experimentado. El Mudo es una de las gratas revelaciones de este Newell's puntero.
Tal vez el detalle táctico que diferencia a Newell's del resto y hasta lo hace imprevisible para los rivales es la posición flotante de los volantes internos, como son Pablo Pérez y Lucas Bernardi. En estos dos jugadores, el primero en base a una dinámica extraordinaria, y el segundo a partir de una tremenda visión de juego, están muchos de los argumentos que hacen de Newell's un equipo que rompe la monotonía del fútbol argentino.
Bernardi hoy es el cerebro del equipo. El jugador que para la pelota, levanta la cabeza y elige el mejor camino para lastimar al rival. Mientras que Pablo Pérez juega casi sin posición fija cuando la Lepra ataca y eso lo convierte en un volante imprevisible para los marcadores.
Con los tres delanteros (ver aparte) está clara la declaración de principios del entrenador de ir a buscar siempre los partidos. Esta propuesta de fútbol atildado y ofensivo es lo que distingue al equipo rojinegro. Claro que está en boca de todos porque los resultados le dan la derecha.
Así Newell’s es vistoso y además tiene el respaldo de los números. Porque sumó más puntos que todos y hasta acá todavía no conoce la derrota. De esta manera, vuelve a quedar demostrado que apostar a jugar y conseguir resultados no es incompatible. Esto es lo más varolable del equipo del Tata Martino. l